El gremio procura negociar y reubicar al personal. Son unos 300 pero no todos están encuadrados en el convenio minero. Sin embargo, el delegado se habría colocado en una posición intransigente: "o todos o ninguno" y esa estrategia no parece tener destino
En plena período de conciliación obligatoria, el gremio Aoma negocia la posibilidad de evitar el cierre de la fábrica Barker que podría afectar a esa localidad y a Villa Cacique. Por eso mismo, el gobierno de Tandil está preocupado por la marcha de los acontecimientos.
El titular de Aoma, local, Alejandro Santillán insistió con la gravedad de la situación que afecta a unos trescientos trabajadores, aunque no todos mineros, que se le suma al casi cierre definitivo de la planta de Sierras Bayas que también podría dejar en la calle a 21 obreros.
Según fuentes gremiales y empresarias, de los 330 trabajadores existentes, podrían quedar a lo sumo unos 70 y existiría la posibilidad de que entre 40 y 50 personas se destinen a dos canteras que se van a abrir en Tandil.
Concretamente, de 330 trabajadores en actividad, se podrían reubicar a unos 150. Del resto todavía no se conoce su destino.
El Popular