Catamarca/Cara y cruz: El desafío YMAD
- 9 de marzo, 2020
Con la designación de Fernando Jalil, Catamarca recupera la Presidencia de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) después de casi un cuarto de siglo... Con la designación de Fernando Jalil, Catamarca recupera la Presidencia de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) después de casi un cuarto de siglo. Se interrumpe
Con la designación de Fernando Jalil, Catamarca recupera la Presidencia de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) después de casi un cuarto de siglo...
Con la designación de Fernando Jalil, Catamarca recupera la Presidencia de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) después de casi un cuarto de siglo.
Se interrumpe así una inercia que resultó finalmente perjudicial para la Provincia y la propia empresa interestadual, luego de la salida de Manuel Benítez y su reemplazo por Francisco Albarracín en 2016, en los albores de la administración de Mauricio Macri. Albarracín introdujo a la firma en una lógica de ajustes espiralados que erosionó la sólida situación económica y financiera que Benítez había logrado afianzar de 2003 en adelante, tras sacarla de una profunda crisis.
El encumbramiento de Fernando Jalil supone ahora no solo la conducción de la firma sino el apoderamiento de una herramienta muy valiosa: la mayoría catamarqueña en el directorio. A él se sumarán los dos miembros de Catamarca en el directorio, Ángel Mercado y Daniel Barros o su reemplazante, que podría ser el exministro de Educación, Daniel Gutiérrez: tres sobre cinco, los otros dos reportan a la Universidad Nacional de Tucumán.
Se trata de otro indicio, acaso el más gravitante, de la buena predisposición que el presidente Alberto Fernández tiene hacia el Gobierno catamarqueño liderado por Raúl Jalil.
A partir de ahora se abre un escenario muy auspicioso para Catamarca, que plantea al mismo tiempo un desafío para el nuevo Presidente de la empresa.
Fernando Jalil, expresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, hermano del gobernador, tiene la oportunidad de demostrar que los catamarqueños están en condiciones de recuperar una empresa señera en el campo de la minería, que abrió rumbos ejemplares en la década del ?90 con su participación en el emprendimiento Bajo La Alumbrera, del que fue socia al 20%. Se trata nada menos que de revertir la decadencia sostenida que signó las gestiones de Albarracín y su sucesor, Luis De Miguel.
En este contexto, se destaca el acuerdo celebrado con Minera Agua Rica en un confuso procedimiento, a través del cual YMAD se comprometió a alquilarle a la propietaria de los derechos sobre el yacimiento andalgalense Agua Rica la infraestructura de Bajo La Alumbrera a cambio de un adelanto de 12,5 millones de dólares.
La cifra es irrisoria: las instalaciones prendadas costaron al menos 1.300 millones de dólares ?dos presupuestos provinciales-, cifra que Minera Agua Rica no deberá invertir ni, por consiguiente, amortizar.
YMAD le facilita a los privados infraestructura indispensable para la explotación a cambio de menos del 1% de su costo. Tamaña fortuna fue regalada, según el acta del convenio, porque YMAD es deficitaria y "está en el peldaño anterior a la nada". Los 12,5 millones de dólares del anticipo se utilizarán para evitar caer en "la nada".
Esto es: el resultado de la incompetencia de quienes gerenciaron YMAD en los últimos ocho años, recompensados con sueldos y viáticos de volúmenes imposibles de determinar, se salda coyunturalmente con un auxilio de Minera Agua Rica, a la que el gesto le evitará gastar 1.300 millones de dólares.
En términos generales, Catamarca renunció a ampliar a través de YMAD su participación en las ganancias de Agua Rica por una suma que es chala ?i choclo. Lo leonino del acuerdo detonó un escándalo en la Universidad Nacional de Tucumán, que es la tercera pata de la empresa junto al Estado Nacional y Catamarca. Sus directores no participaron de la asamblea que lo aprobó.
Con Fernando Jalil en la Presidencia, la situación política interna de la firma cambia y el desatino está aún en condiciones de remediarse. Su designación materializa la sintonía entre la Casa Rosada y el Gobierno local y habilita expectativas de un giro positivo en la política minera de la Provincia.
El Ancasti
