La Universidad Nacional de Río Cuarto, una casa de altos estudios con reconocido prestigio en todo el país, informó oficialmente sobre su decisión de depositar en plazo fijo los más de 10,2 millones de pesos que recibió en concepto de regalías, recursos generados por la explotación del yacimiento Bajo La Alumbrera en Catamarca.
Debe aclararse que la UNRC nunca reclamó ese dinero, que se asigna y distribuye por ley, y es justo también señalar que nunca lo utilizó, al punto que ni siquiera lo contempla en su presupuesto.
Sin embargo, la universidad cordobesa es una de las instituciones que rechazó abierta y públicamente los fondos provenientes de la minería, y ahora resolvió destinar todo lo acumulado a un plazo fijo, para que la suma se multiplique y deje de devaluarse al ritmo inflacionario.
En este punto, cabe preguntarse por qué no se realizan las modificaciones que sean necesarias para que ese dinero -generado en Catamarca- retorne a la Provincia.
Ocurre que la minería es una actividad vital y esencial para el desarrollo catamarqueño, y en virtud de las normas actuales de distribución de las regalías, vemos que terminan en manos que oportunamente denigraron este rubro de la producción.
Los millones que con desdén se ubicarán ahora en ese plazo fijo podrían ser de máxima utilidad para instituciones, municipios e incluso para entidades educativas de Catamarca, que claramente los necesitan.
Se percibe un manto de injusticia al observar desde aquí el beneficio que queda a disposición -gracias a nuestra minería- de quienes más encarnizadamente la atacaron.
El Esquiú
