Chile: ¿Puede ser el hidrógeno verde tan importante como la minería?
- 22 de julio, 2021
Chile tiene uno de los mayores potenciales del mundo para producir hidrógeno verde, debido a la altísima radiación solar del desierto de Atacama y a su potencial eólico en la Región de Magallanes.
Pero ser el mayor y más barato productor de este combustible, que promete ser un aporte en el combate al cambio climático, es un desafío que requiere inversión, desarrollo de capital humano y un diálogo social que facilite su implementación
Sandra Bustos
En Chile y en el mundo el hidrógeno verde se ha convertido en la promesa más optimista para combatir la generación de gases de efecto invernadero, ya que se trata de la única opción disponible para reemplazar combustibles fósiles en industrias pesadas: como el transporte, la siderurgia y la minería, entre otros.
El país ha estado trabajando en una descarbonización de su matriz energética y en una disminución de la generación de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, cuando entregó la actualización de sus compromisos ambientales a la ONU Cambio Climático, estableció en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) que la generación de hidórgeno verde representará entre el 18% y 27% de la reducción de GEI, al reemplazar a los combustibles fósiles.
Pero la apuesta junto con ser ambiental busca generar un nuevo modelo de desarrollo sustentable y ser tan importante como es la industria minera actualmente para Chile.
¿Qué es el hidrógeno verde?
Este es un combustible largamente utilizado en el mundo, que se produce a partir de agua a través de un proceso llamado electrólisis, el cual rompe la molécula del agua y separa el oxígeno y el hidrógeno, lo que necesita altas cantidades de electricidad. Cuando la energía utilizada es petróleo se conoce como hidrógeno gris, café si es carbón y azul si se trata de gas natural. El hidrógeno verde entonces se produce en base a energías renovables como la solar, eólica o geotérmica. El hidrógeno además tiene tres veces más energía que la gasolina, pero no libera contaminantes. En la actualidad, el 99% del hidrógeno usado como combustible se produce a partir de fuentes no renovables. En tanto, menos del 0,1% se produce a través de la electrólisis del agua, según la Agencia Internacional de la Energía.
Es utilizado como materia prima en la producción de amoniaco, petróleo y en la industria química, entre otras. Pero lo más relevante es su uso extensivo a todos los sectores que requieren energía.
En Chile se está pensando producir inicialmente amoniaco verde para reemplazarlo por el importado, luego como combustible en industrias de maquinaria pesada como la minería, para en una tercera etapa lograr exportarlo. En estos momentos se identifican al menos 10 iniciativas de escalamiento con empresas nacionales e internacionales, principalmente para la producción de amoniaco verde y la producción de nitrato de amonio que se utiliza como explosivo en la minería y también proyectos de combustibles limpios con captura de carbono.
Crecimiento verde para Chile
Muchos ven con optimismo la posibilidad de generar una industria importante que pueda equiparar lo que hoy significa la minería en términos del actividad económica con un modelo de desarrollo local y también exportador.
En mayo de este año se aprobó la primera iniciativa de hidrógeno verde en Chile, se trata del proyecto Haru Oni de Highly Innovative Fuels (HIF) de la empresa chilena AME, que construirá una planta productora de ecombustibles en base a hidrógeno en la Región de Magallanes. Este es el segundo gran hito después del lanzamiento en 2020 de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, resultado del trabajo colaborativo entre la sociedad civil, la academia y los sectores privado y público. Según las propias palabras del Ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, “el objetivo de la estrategia es tomar esta oportunidad que tiene Chile y convertirla en realidad”.
Y es que tanto desde el sector público como privado chileno, existe consenso respecto a los importantes beneficios que traerá una industria impulsada por el hidrógeno verde. En la actualidad es la única opción disponible para sustituir los combustibles fósiles en industrias difíciles de descarbonizar, tales como la siderurgia, cemento, minería y transporte pesado de carga, “lo que nos permitirá ver en un futuro no lejano el crecimiento exponencial que tendrá este mercado”, precisa Eduardo Bitrán, presidente del Club de Innovación y embajador de buena voluntad de hidrógeno verde en Chile, con quien conversamos sobre la relevancia de esta nueva estrategia y sus implicancias para el país.
La estrategia establece como meta llegar al 2030 a un costo de producción de hidrógeno verde de alrededor de US $1,4 por kg y al 2040 a alrededor de US $1 por kg, esto permitiría aumentar la sustentabilidad de las industrias de exportación, obteniendo un posicionamiento diferenciado en los mercados mundiales y al mismo tiempo generando una nueva industria de exportación de hidrógeno verde, de químicos y combustibles verdes.
Los desafíos
Tras la realización de la primera versión de Misión Cavendish-programa de divulgación científica y mentorías impulsado por el Club de Innovación de Chile y H2 Chile, cuyo objetivo es impulsar la incorporación del hidrógeno verde -, se identificaron múltiples desafíos y aprendizajes.
Como se trata de un combustible nuevo requiere generar capacidades en el país para desarrollarlo en forma rentable y segura y que además tenga los impactos y efectos multiplicadores potenciales en la economía nacional. Para Bitrán “junto al desarrollo de regulaciones e inversión en capital humano, se debe estimular el pilotaje y escalamiento de proyectos para generar el conocimiento que le permita al país posicionarse a nivel global como un actor relevante para atraer inversión y acelerar los aprendizajes y reducción de costos.”
El riesgo de la inversión sigue siendo alto, por lo cual es fundamental que el Estado coopere con el sector privado, junto con enfocar el desarrollo de bienes públicos en los ámbitos en que existe mayor interés de inversión. “Se requiere estimular el desarrollo tecnológico asociado a las principales industrias exportadoras, involucrando a los proveedores y también entregar financiamiento para iniciativas de innovación tecnológica, consorcios tecnológicos e incluso centros de pilotaje de aplicaciones”, señala Eduardo Bitrán.
En la línea de impulsar la industria, a través de Corfo, el Estado lanzó la convocatoria internacional para desarrollar una planta de producción del combustible verde en el territorio nacional. La licitación está orientada a empresas nacionales y extranjeras que quieran desarrollar y ejecutar un proyecto de producción de hidrógeno verde mayor a 10 MW que entre en funcionamiento a más tardar en diciembre de 2025. Para ello, se entregará un cofinanciamiento por un máximo de US$ 30 millones a uno o más proyectos. El 09 de julio terminó la ronda de preguntas y se espera poder adjudicar a fines de este año.
Este es solo el comienzo para que Chile se convierta en carbono neutral en 2050 y exportador líder de hidrógeno verde en 2040. Para Bitrán “esta es una oportunidad de generar un crecimiento verde con un impacto social y económico que puede significar avanzar más rápidamente a ser un país desarrollado”.
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