Cómo la minería puede ser motor de una Argentina posible

La actividad busca ser un motor económico y estratégico para el país.

Con un potencial virgen en cobre y litio, la provincia busca liderar en la transición energética global y generar empleo local.

En la provincia de San Juan, el desarrollo minero promete convertirse en un eje productivo de escala global. En diálogo con Cadena 3, Ricardo Martínez, presidente de la Cámara Minera de San Juan, trazó un recorrido histórico, técnico y geopolítico sobre el presente y futuro de la actividad minera en la provincia y su impacto en la Argentina.

Del sueño de Sarmiento a la era del cobre

"La minería está en el ADN de San Juan desde la época de Sarmiento", recuerda Martínez, al evocar cómo el prócer sanjuanino pedía al presidente Mitre apoyo para el desarrollo minero. Pero fue recién en los años 90'', con la sanción de la Ley de Inversiones Mineras (1993) y la reforma del Código Minero, cuando comenzaron a consolidarse las bases para una minería metalífera de gran escala.

El descubrimiento del yacimiento Veladero a fines de esa década marcó un punto de inflexión: “Es una de las minas de oro más grandes del mundo y aún está activa”, explica Martínez. Le siguieron otros proyectos como Gualcamayo, Casposo, y más adelante Josemaria, Los Azules, Altar y el distrito Vicuña-Filo del Sol, posicionando a San Juan como epicentro de una “nueva era”: la del cobre.

¿Por qué el cobre?

Más allá del valor histórico del cobre —que marcó el inicio de la edad de los metales en la humanidad—, el mineral ha adquirido una relevancia estratégica en la transición energética global. “La electrificación del mundo, con autos eléctricos, energías renovables y almacenamiento de energía, depende del cobre”, detalla Martínez.

La demanda proyectada es asombrosa: se espera que en los próximos 20 a 25 años se consuma la misma cantidad de cobre que en toda la historia de la humanidad hasta ahora: unos 700 millones de toneladas métricas. La geografía argentina, y especialmente la cordillera sanjuanina, podría convertirse en un actor clave para satisfacer esa demanda.

"Del lado chileno todo está explorado, pero del lado argentino hay un potencial virgen aún por descubrir", sostiene Martínez, destacando que varios de los nuevos yacimientos sanjuaninos son "récord a nivel mundial" en cuanto a tamaño y calidad.

Transformar el territorio: minería y desarrollo

El impacto en la economía provincial ha sido transformador. “Desde 2005, San Juan cambió su matriz productiva. Pasamos de una economía agrícola-industrial a una diversificada, con la minería como motor”, explica Martínez. Hoy, la actividad minera representa un aumento exponencial en las exportaciones y ha generado un ecosistema de proveedores y empresas de servicios especializados que no existían.

Actualmente, cerca de 10.000 a 11.000 sanjuaninos trabajan directamente en la minería, en una provincia de 800.000 habitantes. Si se suman los empleos indirectos, la cifra se multiplica por tres o cuatro, alcanzando una magnitud similar a la del empleo público local.

Más allá de los desafíos pendientes —como mejorar regulaciones o lograr una mayor articulación con otras industrias—, Martínez subraya la importancia de este tipo de proyectos para combatir el centralismo y generar arraigo. “La minería puede revertir la lógica expulsiva del interior argentino, atrayendo población y creando empleo genuino sin subsidios”, concluye.

Mientras la demanda mundial de minerales estratégicos se dispara y la Argentina busca nuevos rumbos de desarrollo, el ejemplo de San Juan aparece como un modelo de Argentina posible, basado en el aprovechamiento responsable y sustentable de sus recursos.

Entrevista de Adrián Simioni

Cadena3.com