¿Competidor o socio? Cómo impacta el triunfo de Kast en la minería argentina

La industria espera un plan de baja de impuestos que torne más atractiva la inversión en el país trasandino. Las diferencias entre litio y cobre.

Por Fernando Heredia

Pese a la alegría de Javier Milei por sumar un nuevo aliado en la región, la llegada de José Antonio Kast a la presidencia de Chile podría dificultar la llegada de inversiones mineras a la Argentina. El nuevo mandatario derechista tiene un plan de baja de impuestos e incentivos al sector privado que tornaría mucho más competitivos los proyectos del otro lado de la cordillera.

Si bien las empresas consultadas por Forbes indicaron que es muy pronto para trazar un escenario a futuro dado que resta conocer la letra chica de las medidas, el cambio de signo político fue celebrado de manera casi unánime, dada la mala experiencia vivida bajo la administración de Gabriel Boric.

“Es un resultado bastante promisorio. En el sector hay una percepción muy positiva porque promete ser un gobierno que apoya el desarrollo de las inversiones y ágil en los procesos administrativos. Kast dijo que en 90 días va a sacar adelante muchos proyectos de inversión que están paralizados por situaciones burocráticas. La estrategia de Boric no dio resultados y hemos perdido competitividad”, explica Francisco Lecaros, director y past president de la Fundación Minera de Chile.

De hecho, durante los últimos cuatro años hubo una clara migración de capitales mineros de Chile hacia la Argentina, especialmente en el segmento del litio, donde el país vecino tiene una legislación diferente que obliga a las empresas a asociarse con el Estado por considerarse un “mineral estratégico”.

Lo curioso es que la regulación data de 1979 y fue decretada por el dictador Augusto Pinochet en conjunto con el uranio y el torio, por su potencial uso nuclear en pleno contexto de la Guerra Fría.

“La regulación del litio en Chile es muy intrincada en su esquema normativo y en su manera de desarrollar la industria. No pueden ir a un sistema de concesiones mineras como el nuestro. Es tan difícil explorar litio que se vinieron a la Argentina”, relata el CEO de una importante compañía minera.

De todas maneras, existen 4 salares anteriores a esa regulación como el de Atacama donde se concentra la producción actual con solamente dos proyectos: uno encabezado por Albermarle y otro por SQM. Es por eso que, incluso con esta gran desventaja regulatoria, por el excelente recurso que tienen en Atacama pudieron convertirse en el segundo productor mundial de litio con 260.000 toneladas año, muy lejos de las 100.000 que produce Argentina.

“En los últimos años vieron que Argentina acortó la distancia y acaban de aprobar una ley de permisología que acelera más de 800 tramites con declaraciones simples. Sin embargo, el escenario de precios no ayuda y todavía no se concretaron grandes avances en ese sentido. Toda la industria estuvo esperando a las elecciones y ahora quieren ver cómo arranca el gobierno de Kast”, dicen en el sector privado.

Por otro lado, el punto más flaco de Chile en materia de litio es la exploración, es decir, la fase uno de la minería. En consecuencia, cualquier modificación va a demorar años en mostrar resultados. “Argentina ya ha aprovechado la ventana de oportunidad que tuvo en la etapa de los altos precios internacionales con mucha exploración. Hoy va a tener 7 proyectos en producción con una capacidad instalada que lo va a colocar tercero a nivel mundial”, sostiene Saúl Feilbogen, abogado especialista en legislación minera y socio de Vitale, Manoff & Feilbogen.

Los campeones del cobre

Si en litio existe una supremacía chilena, en cobre ni siquiera se puede hacer una comparación. Con una regulación mucho más pro mercado, Chile se consolidó como el primer productor a nivel mundial por mucha distancia, mientras que Argentina se ilusiona con alcanzar apenas un 20% del volumen que exporta su vecino dentro de 6 o 7 años cuando estén operativos los grandes proyectos que aplicaron al RIGI.

El peligro, en este caso, es con aquellas iniciativas más incipientes en estado de exploración o pre factibilidad. A pesar de que Argentina tiene todo por descubrir y Chile ya exploró casi la totalidad de su territorio, cada proyecto local implica una mayor inversión al tener que construirse desde cero. En cambio, del otro lado de la cordillera es posible concretar expansiones de proyectos vigentes, aun cuando son maduros y tienen una ley de cobre (porcentaje por tonelada de tierra) mucho menor.

“En cobre, si sos minero y tenés que elegir entre Chile y Argentina, la decisión es muy fácil ante igualdad de condiciones. Tienen mejor infraestructura, una macroeconomía mucho más estable, si llega a ganar hasta el candidato más a la izquierda que existe como pasó Boric no se producen grandes cambios y si encima Kast lanza más incentivos fiscales se van a volver super competitivos”, compara otra de las fuentes consultadas.

La oportunidad de la integración

Más allá de los desafíos, la llegada de Kast al poder también trae oportunidades para la Argentina, como quedó reflejado en la visita oficial de este martes a Casa Rosada, donde habló de la posibilidad de evacuar los minerales por los puertos chilenos y un trabajo coordinado en materia de proveedores mineros.

“Una gran oportunidad es el tratado minero chileno-argentino que posibilita el intercambio y el desarrollo de proyectos binacionales. Por otro lado, Chile tiene una alta especialización de proveedores mineros que podría ayudar al desarrollo de proyectos en argentina, ofrecer entrenamiento y capacitar capital humano. Creo que la minería es colaborativa, no competitiva”, puntualiza Lecaros.

Otro de los componentes que le servirían al país de un repunte minero trasandino sería el suministro energético. Con una matriz muy volcada a la renovables, que son intermitentes, y al carbón que es muy contaminante, Chile podría empezar a demandar más gas de Vaca Muerta.

“La minería necesita trabajar 24/7 y para eso requiere de energía confiable. Mayor demanda minera, significa mayor demanda para la energía. Y eso puede acelerar la construcción del gasoducto de TGN para llevar gas al norte de Chile”, destaca el consultor energético y ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Álvaro Ríos Rocca.

Forbesargentina.com