Del litio al cobre: la posición de las inversiones chinas en América Latina
- 16 de octubre, 2025
Actualmente, las empresas chinas tienen una participación del 4,1% en proyectos mineros de la región, según un relevamiento de la base de datos de proyectos de BNamericas.

La presencia de la inversión china en proyectos mineros en América Latina es todavía relativamente modesta, pero ha ganado nuevo impulso en los últimos años y se está consolidando como uno de los temas centrales en las discusiones geopolíticas actuales.
La participación china se produce de muchas formas, desde participaciones accionarias directas o indirectas hasta financiación y suministro de equipos y servicios especializados.
"Los movimientos de los inversionistas chinos en el sector no han sido lineales. Entre 2010 y mediados de 2019, hubo una fuerte ola de entrada de estos inversionistas, principalmente en Perú, seguida de una disminución hasta 2023. Ahora, vemos señales de un resurgimiento del interés chino en la minería en la región," dijo a BNamericas Tito Martins, ex ejecutivo de Vale y Nexa y actual consultor senior de metales y minería en Kaiau Consultoria.
La presencia china está diversificada tanto entre países como entre segmentos.
Argentina posee la mayor participación, con un 10,53%, seguida de Perú, con casi un 6%. En Argentina, el interés de estos inversores se centra en el litio, mientras que en Perú predomina el cobre.
"En estos dos países, los gobiernos locales han incentivado a los inversionistas extranjeros, incluidos los chinos, a ingresar a la industria minera. Otros países de la región presentan características muy singulares que dificultan el entorno. Grandes compañías mineras globales ya están bien establecidas en Chile y Brasil, lo que representa una barrera importante para nuevos participantes, independientemente de su origen," afirmó Martins.
En Argentina, empresas mineras chinas como Ganfeng Lithium , Zijin Mining y Tibet Summit han estado invirtiendo en proyectos de litio en los últimos años.
Las provincias argentinas, que tienen autonomía para aprobar proyectos y otorgar licencias, vienen impulsando esfuerzos para incrementar la inversión extranjera, sin mayores distinciones en cuanto a país de origen.
En Perú, China ha consolidado su presencia en operaciones cupríferas como Las Bambas , operada por MMG ; Toromocho, operada por Chinalco ; Río Blanco , operada por Zijin Mining, que se encuentra en prefactibilidad; y Pampa del Pongo , operada por Jinzhao Mining, cuya operación está prevista para el próximo año. China también participa en la mina de hierro Marcona en Perú, a través de Shougang Hierro , y desarrolla varios proyectos en fase de exploración.
En Chile, Brasil y México, la participación de inversionistas chinos en proyectos mineros es menor al 3%.
En Brasil, sin embargo, movimientos recientes indican un renovado interés.
A principios de 2025 , Anglo American vendió sus activos de níquel en el país a MMG Singapore Resources, filial de la estatal china MMG, en una operación estimada en US$500 millones. También ese año, la minera peruana Minsur completó la venta de Mineração Taboca a la empresa china CNMC Trade Company por US$340 millones. Taboca opera la mina de estaño Pitinga en Amazonas y es propietaria de la fundición Pirapora en São Paulo.
A pesar de la recuperación, la inversión china en la minería brasileña todavía es modesta en comparación con otros sectores.
En 2024, las inversiones chinas en Brasil totalizaron US$ 4,18 mil millones, un aumento del 113% en comparación con 2023, según el Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC).
El sector eléctrico brasileño lideró la captación de capital chino, con el 34% de las transacciones, seguido del petróleo (25%) y el sector automotriz (14%). La minería ocupó el cuarto lugar, con el 13% de las inversiones.
Geopolítica
El interés chino en la minería latinoamericana está fuertemente vinculado a factores geopolíticos.
En medio de la creciente tensión arancelaria entre Estados Unidos y China, el país asiático ha utilizado su dominio en minerales críticos como palanca de presión. Pekín anunció recientemente restricciones a la exportación de tierras raras, insumos clave para las industrias tecnológica y de defensa estadounidenses.
Con grandes reservas de varios de estos minerales, América Latina se ha convertido en escenario de disputas entre ambas potencias globales.
En los últimos meses, la administración de Donald Trump ha estado acercándose al presidente argentino Javier Milei, incluso ofreciendo apoyo del Tesoro de Estados Unidos para las reservas de divisas del país.
Los analistas creen que este acercamiento podría abrir espacio para una mayor presencia de empresas norteamericanas en la minería argentina, limitando la expansión china.
En Brasil, la minería también probablemente se verá influenciada por cuestiones políticas en los próximos meses.
Desde agosto, Estados Unidos ha impuesto un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas, pero ambos gobiernos han iniciado negociaciones para reducirlo. Los analistas señalan que, en algún momento, el acceso de las empresas estadounidenses a las reservas brasileñas de minerales críticos , especialmente tierras raras, probablemente estará en la agenda.
Brasil posee la segunda mayor reserva de estos minerales, sólo detrás de China, pero aún carece de la tecnología para procesarlos.
"Estados Unidos cuenta con la tecnología, el capital y la capacidad industrial para, si realmente se compromete, desarrollar una cadena de procesamiento de tierras raras en pocos años. Sin embargo, tendrá que abordar su rezago tecnológico con respecto a China y probablemente negociar el acceso a las tecnologías chinas. China ha invertido fuertemente en el sector y posee una ventaja técnica y una infraestructura consolidada," declaró a BNamericas José Carlos Martins, miembro del directorio de Cedro Mineração y ex ejecutivo de Vale.
Este acercamiento entre Estados Unidos y la minería en Sudamérica ya está empezando a ocurrir.
La empresa minera Aclara Resources, con sede en Toronto, planea integrar las cadenas de suministro entre Sudamérica y Estados Unidos. La compañía planea invertir US$1.200 millones en proyectos de tierras raras en Brasil y Chile, así como construir una planta en EE. UU. para convertir los óxidos extraídos en aleaciones para imanes permanentes.
“La idea es construir una cadena de suministro totalmente integrada, trazable y sostenible que conecte la minería responsable en Sudamérica con la producción de materiales avanzados en América del Norte”, dijo Ramón Barúa Costa, CEO de Aclara, en una entrevista reciente con BNamericas.
La Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo ( DFC ) de Estados Unidos ya ha invertido US$5 millones en el proyecto Carina de Aclara en Brasil, lo que refuerza el interés estadounidense en desarrollar cadenas de valor regionales para minerales críticos.
(La versión original de este contenido fue escrita en portugués)
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