Las turmalinas y sus misterios, por Ricardo Alonso

La turmalina es uno de los minerales más comunes y a la vez de los más exóticos en cuanto a sus variedades en función del color. Precisamente su nombre viene del francés "tourmaline" y a su vez del cingalés, la lengua de Sri Lanka, por "touramall", a la sazón "piedra de colores mezclados". Otros sostienen que la raíz de la palabra es "turamali" que en cingalés significaría "gema de aluvión", ya que en Sri Lanka se encontraba gran cantidad de este mineral en los aluviones de los ríos. El nombre como se usa actualmente le fue dado por el famoso mineralogista inglés Richard Kirwan en 1794. La turmalina que se encuentra en casi todo el mundo es negra retin

La turmalina es uno de los minerales más comunes y a la vez de los más exóticos en cuanto a sus variedades en función del color. Precisamente su nombre viene del francés "tourmaline" y a su vez del cingalés, la lengua de Sri Lanka, por "touramall", a la sazón "piedra de colores mezclados". Otros sostienen que la raíz de la palabra es "turamali" que en cingalés significaría "gema de aluvión", ya que en Sri Lanka se encontraba gran cantidad de este mineral en los aluviones de los ríos.

El nombre como se usa actualmente le fue dado por el famoso mineralogista inglés Richard Kirwan en 1794.

La turmalina que se encuentra en casi todo el mundo es negra retinta, pero hay variedades incoloras, azules, rojas, verdes, marrones, doradas, entre otras. Y por supuesto cada una recibe su propio nombre.

La turmalina clásica es la negra y se la conoce como chorlo o chorlita, apelativo que proviene de una región montañosa de Alemania llamada Schorlw. No es raro que se la haya confundido con azabache o con carbón de piedra, aunque su única relación con estos sea el color.

De todos modos la turmalina es un mineral inorgánico y los otros son orgánicos; o sea estos últimos arden pero la primera no lo hace. En el viejo documento minero de Salta, don Filiberto de Mena se refiere en 1791 a la presencia de "azabache" en Punta Balasto, esto es en la culminación austral de las sierras de Quilmes o Cajón en el valle de Yocavil.

Efectivamente allí, como en gran parte de las rocas viejas que afloran en la ladera occidental del Valle Calchaquí, existen grandes cantidades de turmalinas.

Los viajeros pueden bajarse en cualquier quebrada en la zona de Tolombón y van a encontrar esos cristales negros en unos hermosos prismas hexagonales. Allí se encuentran en rocas del tipo pegmatitas acompañadas por cuarzo, feldespatos blancos y rosados (plagioclasas, ortoclasas) y micas, especialmente la mica blanca o potásica llamada muscovita.

Basurero geoquímico

Pero ¿qué son realmente las turmalinas? Técnicamente son silicatos y dentro de estos pertenecen a los silicatos formados por la unión cíclica de tetraedros de sílice, en anillos, dando lugar a la subclase de los ciclosilicatos.

Comparten muchas características de estructura y color con berilo, el aluminosilicato de berilio, que da lugar a la esmeralda (verde), aguamarina (celeste), heliodoro (amarillo dorado), etcétera.

Pero la turmalina tiene una fórmula química realmente larga y compleja. Por ello es que precisamente se la define como un "borosilicato complejo", ya que además de los tetraedros de sílice-oxígeno y del boro, está formada por otros numerosos cationes como calcio, sodio, potasio, aluminio, hierro férrico, hierro ferroso, litio, magnesio, flúor, hidrógeno, manganeso, cromo, vanadio, cobre, plomo, etcétera. O sea una fórmula integrada por más de 15 elementos químicos.

Justamente cuando se produce el enfriamiento de un magma, esto es una roca fundida que se enfría en el interior de la corteza, se van concentrando los elementos químicos en un líquido residual que finalmente es inyectado en venas para dar las pegmatitas o bien en vapores que se enfrían en el techo de las cámaras magmáticas para dar los depósitos pneumatolíticos o del tipo greisen. Uno de los minerales importantes que se forma por estos procesos es la turmalina. De allí que algunos viejos profesores decían que ese mineral era como el "basurero geoquímico" de la Tabla Periódica de Mendeléiev.

Algunos de los elementos mencionados se presentan con más de una valencia química. Muchos son cromóforos, esto significa etimológicamente que "llevan color". Cromo, hierro, vanadio y manganeso, entre otros, cumplen con ese rol. De allí que no sea raro encontrar en algunos depósitos de turmalinas no solo la negra sino también otras con un amplio abanico de colores.

Colores y misterios

En realidad se reconocen 11 especies del grupo de las turmalinas y numerosas variedades. Las tres especies más importantes son elbaíta, dravita y chorlo. Se conocen turmalinas rojas que reciben el nombre de rubelita, verdes llamadas verdelita, azules (indicolita), incoloras (acroíta), parda (dravita), la amarilla o dorada, etcétera. También hay variedades que tienen la particularidad de ser verdes por fuera (verdelitas) y rojas por dentro (rubelitas) a las se les ha dado en llamar "watermelon" o "sandía" en español por el parecido con la fruta. En algunos casos los colores están invertidos y son rojas por fuera y verdes por dentro.

En tiempos no muy lejanos hubo quienes comenzaron a comerciar estas raras turmalinas, que por otro lado son gemas valiosas, como una cura infalible contra el cáncer de niños. Nada de ello es cierto y sólo pretendían engañar a las personas de buena fe para obtener grandes ganancias. Sí en cambio las turmalinas tienen la propiedad de la piroelectricidad y la piezoelectricidad. Al calentar un cristal de turmalina este adquiere momentáneamente una carga eléctrica que le permite atraer trocitos de papel o cenizas lo que antiguamente le confirió un carácter misterioso. Sin embargo, se le encontró un uso para remover las cenizas del fondo de las pipas de fumar. Los fumadores de pipa llevaban un cristal de turmalina al que calentaban y usaban con ese fin.

La piezoelectricidad simplemente es una propiedad por la cual los cristales al ser sometidos a una presión o dilatación se cargan con cargas negativas o positivas en sus extremos. La piezoelectricidad del cuarzo se utilizó para hacer relojes precisos. Con respecto a las especies y variedades mencionadas, elbaíta es una hermosa turmalina rosada que toma el nombre de la isla de Elba en Italia. Se encontró un anillo de oro nórdico del año mil que tenía una turmalina rosada.

Turmalina marrón o dravita, toma el nombre del río Drava (Rusia) donde hay hermosos cristales, al igual que en Brasil y en Texas. Turmalina roja o rubelita, fue llamada también siberita o "rubí de Siberia" ya que allí se encontraron hermosos cristales al igual que en Ceylán y Brasil. Turmalina azul o indicolita, es la variedad ferromagnesiana, la más rara y la más bella. Se la llamó "zafiro de Brasil" ya que en Minas Gerais se encontró en gran cantidad. Turmalina verde se la conoce como "esmeralda del Brasil", y ese país es el mayor productor del mundo. Toma el color del hierro y cromo pero también se conoce la turmalina de Paraíba que tiene un especial color verde por la presencia de cobre.

Turmalina dorada es una variedad rara y se la encontró mayormente en Ceylán y Madagascar. Se confunde con topacio y con berilo dorado (heliodoro). La turmalina universal es como dijimos la negra o chorlo, nombre que toma de una región montañosa en Alemania (Schorlw) donde se menciona desde 1700. Su color negro brillante y su facilidad para trabajarse como gema hicieron que desde antiguo se usaran los cristales de turmalina chorlo para joyas de luto.

Las turmalinas son muy resistentes a los ataques meteóricos con lo cual se encuentran en los aluviones formando parte de los minerales detríticos.

Son comunes en los aluviones de la ladera occidental del Valle Calchaquí que provienen de la destrucción de las rocas que las contienen; especialmente las pegmatitas. Los mejores ejemplares provienen de los nevados de Cachi-Palermo. En todo el ambiente de las Sierras Pampeanas de Córdoba, San Luis y Catamarca es un mineral abundante. Asimismo en algunas sierras interiores de la Puna como la de Cobres - Rangel.

Piedra esotérica

Desde el punto de vista mágico se relaciona la turmalina con el sistema nervioso por su capacidad de electrizarse. También se dice que ayuda a conciliar el sueño, fortalece la mente, elimina los temores y las acciones negativas.

Se considera que aplaca las ansiedades nerviosas, neutraliza el stress, el miedo, la angustia y absorbe las negatividades. Además crea un amplio campo protector sobre el individuo que la porta. Según el zodíaco su regencia está en Plutón y Saturno. Se menciona que su irradiación energética ayuda al crecimiento personal interno. En el caso de la turmalina verde es interesante ya que los clarividentes dicen ver y predecir a través de ella cuestiones del futuro. La ciencia mineralógica descree de las cuestiones mágicas señaladas pero ellas se aportan aquí a mero título anecdótico e informativo.

El Tribuno