Mendoza: Minería y reforma constitucional; sin tabúes, Suárez marcó su rumbo

El gobernador de Mendoza fue el primero en animarse a fijar su postura cuando estaba en campaña. Sin grises y hasta políticamente incorrecto. Y como le dio resultados, va por eso. Por: Jorge Hirschbrand jorgeh@elsol.com.ar @Jorge_Hirsch Hay que reconocerle

El gobernador de Mendoza fue el primero en animarse a fijar su postura cuando estaba en campaña. Sin grises y hasta políticamente incorrecto. Y como le dio resultados, va por eso.

Por: Jorge Hirschbrand

jorgeh@elsol.com.ar

@Jorge_Hirsch

Hay que reconocerle cierta valentía política a Rodolfo Suarez. Incluso cuando decidió jugar y presentarse como candidato a gobernador, aclaró que uno de sus objetivos era modificar la ley 7.722 y fomentar la actividad minera en Mendoza. Un tema tabú en público para la mayoría de la dirigencia. Ni hablar en un año electoral.

 Suarez rompió ese esquema. Y fue menos incómodo de lo que se pensaba. Dio argumentos válidos para entender que Mendoza no puede seguir estancada y que su matriz productiva necesita una nueva variable capaz de fomentar inversiones, dejar dinero, mano de obra y puestos de trabajo en una provincia que no escapa de la crisis que invade a todo el territorio nacional. Con una diferencia: tiene una carta brava para animarse a apostar.

El flamante gobernador fue clarísimo en su primer discurso, apenas unos minutos después de entrar en funciones. Hay grupos que hacen hincapié en el cuidado del agua, pero poco y nada se ha hecho hasta el momento para blindar un elemento que es vital para cualquier desarrollo.

Habló de la necesidad del riego por goteo; de invertir en ese tipo de tecnología y de combinarla con energía solar. Si la idea es cuidar el medioambiente, ahí hay dos puntos que Mendoza, después de tantos años, no puede dejar pasar.

La reforma constitucional apareció como una de las premisas de su gestión. También lo mencionó cuando peleaba los votos mendocinos contra la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. Mientras los históricos del PJ lo acusaban de ser mudo, de tartamudear y lo denostaban al señalarlo como un títere de Alfredo Cornejo, el entonces intendente de Ciudad estaba conciso con su eje de campaña: minería y reforma constitucional.

"No me siento cómodo al dar discursos en público", reconoció Suarez en una entrevista antes de las elecciones. Explicaba que eso de hablar para la tribuna y para el aplauso fácil no era lo suyo. Y completaba: "Tengo que sentirme muy a gusto en un lugar para poder hablar". Con la Casa de Gobierno a su espalda dio el discurso más largo que se le conozca. Agradeció a unos y a otras. Se sacó la timidez de encima y hasta pareció disfrutarlo. Y repitió una vez más: quiere minería y reforma constitucional. Y marco su rumbo.

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