Este miércoles se supo que la empresa cerrará el 1 de abril sus oficinas en Mendoza y atribuyen la decisión al nulo avance que ha tenido el proyecto minero. "Tenemos diferencias en la forma de presentación y pretendemos darle un formato que permita mostrar a la sociedad que se puede hacer bien desde lo técnico", aclaró el subsecretario de Energía Emilio Guiñazú y pidió a los empresarios "que reine el sentido común y no la impaciencia".
Una vez más, el proyecto minero San Jorge vuelve a ser noticia en un año electoral. En esta oportunidad, a raíz de la decisión de la empresa dueña del desarrollo que le puso fecha al cierre de sus oficinas en Mendoza. En concreto Zonda Metals B.V., propietaria del proyecto San Jorge en Uspallata, informó que los inversores industriales Solway y Aterra cerrarán la oficina el 1 de abril. De esta manera, parece alejarse la inversión de 500 millones de dólares que serviría para crear 4000 puestos de trabajo en la etapa de construcción. Al respecto el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, pidió que "reine el sentido común y no la impaciencia".
Para el funcionario se trata de un proyecto "muy bueno que cumple los requerimientos que establece la ley vigente". "Hemos estado trabajando con la empresa durante estos años para encaminar el proyecto y dejarlo impecable para avanzar", afirmó.
Según Guiñazú, existen diferencias en cuanto a la estrategia de presentación del proyecto pero eso no quiere decir que estén en contra de que avance. "La empresa ha invertido dinero todos estos años y de ninguna manera se cae", adhirió el funcionario y dijo que si la empresa se va, vendrá otra porque el recurso seguirá estando.
?Guiñazú ha sido uno de los pocos miembros del gobierno de Alfredo Cornejo que defiende abiertamente la necesidad de reformar la ley 7.722 para proteger el recurso hídrico "pero dando herramientas de desarrollo a la provincia".
"Tenemos un marco legal que pone trabas a la minería metalífera. El recorrido de los proyectos es complejo y al pasar por un ámbito político como la Legislatura se empaña con circunstancias políticas", manifestó. Como ejemplo, dijo que pese a que el proyecto Hierro Indio era prácticamente inocuo para el ambiente y no utilizaba agua, no pasó el filtro legislativo.
"Yo vengo de las energías renovables y son pocos los que me pueden correr por el cuidado del ambiente. Entiendo, y estoy convencido, que la minería moderna que incorpora paradigmas ambientales y sociales es una enorme herramienta de desarrollo para lugares como Mendoza, donde el resto de las actividades económicas están limitadas", esgrimió Guiñazú.
Por último, agregó que es erróneo decir que la provincia no tiene agua, sino que en realidad el problema es que desperdicia el agua que tiene. "Mendoza no tiene problemas de agua, sino de infraestructura. Perdemos agua por falta de infraestructura y eso se resuelve con dinero que se puede sacar de sectores como la minería", concluyó.
"Nos corremos la cola sin buscar una verdadera solución. La minería bien hecha puede servir para que Mendoza se desarrolle mejorando incluso la eficiencia en el uso del agua", finalizó.
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