Países mineros de América Latina no deben entrar en pánico ante amenaza de aranceles a minerales

Incertidumbre por las medidas tomadas por el gobierno norteamericano. ¿Qué pasará con el futuro de los metales?

Los minerales críticos importados por Estados Unidos como el litio producido en Chile y Argentina podrían ser sometidos a aranceles si una investigación de la Casa Blanca determina que son vitales para la seguridad nacional.

Pero incluso si Estados Unidos restringe las internaciones, el optimismo de la industria está justificado debido a la creciente electrificación y el aumento de las ventas de vehículos eléctricos en otros lugares.

La investigación que Donald Trump ordenó la semana pasada buscaría reducir la dependencia de China, que suministra 21 de los 50 minerales que Washington considera cruciales. Aun así, Estados Unidos también revisará la situación de algunos países mineros latinoamericanos.

El año pasado, Estados Unidos importó todo su litio de Chile y Argentina y recibió antimonio, estaño refinado y tungsteno de Bolivia y níquel, zinc y niobio de Brasil.

Además, compró barita y grafito a México y refinó cobre de Chile y Perú, según el último informe de commodities del Servicio Geológico de EE. UU.

Aunque el cobre no ha sido catalogado como mineral crítico en EE. UU., una propuesta legislativa de 2024 busca convertirlo en prioritario. La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley en noviembre y el Senado debería someterlo a votación.

El proyecto de ley debería ser aprobado porque amplía la definición de minerales críticos del Departamento de Energía, propone disposiciones para reducir las importaciones y fomenta la minería, la refinación y el reciclaje en el país.

Además, la Casa Blanca estudia la posible aplicación de aranceles al cobre bajo la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que autoriza al presidente a restringir las internaciones si estas amenazan la economía nacional.

A cambio, la comisión de economía de la Cámara de Diputados de Chile evalúa medidas ante cualquier posible alza arancelaria. Bajo los últimos aranceles de Trump, Chile, como la mayoría de los países latinoamericanos, está sometido a una tasa fija de 10 %, aunque el cobre quedó exento.

Hasta el momento, el comité ha recomendado mantener la apertura al diálogo y las reglas de libre comercio, la diversificación productiva, la integración regional y las alianzas.

La investigación de EE. UU. tiene en cuenta los minerales transformados y los productos derivados, como los convertidos en metal, polvo metálico o aleación; los semiacabados, como ánodos y cátodos; y los acabados, como imanes permanentes, motores, sistemas de radar y aerogeneradores.

La investigación se produce después de que China impusiera restricciones a la exportación de tierras raras como el samario, el gadolinio, el terbio, el disprosio, el lutecio, el escandio y el itrio y de imanes que se utilizan ampliamente en los sectores de defensa, energía y automoción.

Por su parte, Pekín impuso las restricciones en represalia al aumento de los aranceles estadounidenses, que han llegado a 145 % para algunos productos.

Esta guerra comercial está incidiendo en América Latina, ya que ambos países son socios comerciales clave para la región.

Un efecto es la disminución del apetito por el riesgo entre los inversionistas mineros. "Se generó una caída cercana al 10 % en los índices de las acciones en medio de un efecto transversal que ha afectado a las bolsas de valores y todos los mercados" desde el 2 de abril, cuando Trump presentó su plan arancelario, según dijo a BNamericas Carlos Díaz, gestor de cartera patrimonial de la firma financiera Creditcorp.

Díaz agregó que las expectativas de deterioro económico de Estados Unidos han aumentado, lo que lleva a la Fed a incluso prever un clima recesivo, lo que provocaría tres o cuatro recortes de tasas este año.

Sin embargo, en 2024, el mercado mundial de "vehículos a la red" (V2G) alcanzó un valor de US$ 5.300 millones. Se trata de un sistema que permite que el conductor de un vehículo eléctrico puro o híbrido enchufable venda energía a la red eléctrica al conectarse a esta, siempre que no esté usando el vehículo para fines de transporte. Para 2034, este mercado llegará a US$ 78.800 millones, según un estudio de la firma de investigación Towards Automotive.

Relacionado con este segmento está la expansión y modernización de la infraestructura de carga, el impulso de las asociaciones entre proveedores de energía y metales y fabricantes de automóviles; y los avances tecnológicos.

A medida que los mercados emergentes se electrifiquen más y avancen en la transición energética, la demanda de minerales críticos podría prácticamente cuadruplicarse para 2030, según un reporte de la UNCTAD del año pasado.

La Agencia Internacional de Energía publicará un informe sobre minerales críticos en las próximas semanas, al tiempo que promueve iniciativas para incrementar la capacidad de producción y refinación de recursos minerales clave en Latinoamérica.

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