RIGI: empresarios de Mendoza creen que los beneficios no serán inmediatos
- 14 de junio, 2024
Existe apoyo a la posibilidad de que lleguen inversiones de alto calibre, pero habrá que esperar. La minería, que es la más fuerte, todavía está en pañales y para otras actividades son montos altos.
Diana Chiani
Luego de largas discusiones, el Senado dio luz verde a la Ley Bases en general y el al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en particular. Con 38 votos positivos y 32 en contra, se aprobaron los artículos que van del 162 al 226 que pretenden crear condiciones para atraer inversiones de cierto porte en distintos sectores de la economía.
En líneas generales, los empresarios creen que podrá incentivar la llegada de capitales a algunos rubros, pero que no será inmediato sino más bien en el mediano o largo plazo. Por otra parte, en función de las inequidades impositivas y de costos que tienen las empresas argentinas con las de otros países, la mayoría cree que se favorecerá a sectores que requieren apuestas altas como la minería, la energía y la tecnología.
De hecho, el RIGI establece incentivos, protección de derechos adquiridos y seguridad jurídica para las empresas que realicen inversiones superiores a los 200 millones de dólares. El beneficio es para los “titulares de un único proyecto”, mientras que las empresas tienen dos años a partir de la sanción de la ley para adherir al régimen. No obstante, el Ejecutivo tiene potestad para prorrogar este lapso durante un año más.
Entre los principales beneficios que tendrán las empresas, tanto nacionales como internacionales, se destacan la reducción del 10% impuesto a las Ganancias (pasa de 35% a 25%), retenciones cero a las exportaciones y devolución acelerada del IVA.
Las principales discusiones y objeciones se centraron en las facilidades que se daban para importar, así como la importancia de que la industria nacional se pudiera sumar a la cadena de valor de esas inversiones. En este marco, aunque la Unión Industrial Argentina (UIA) ha abogado por la aprobación de la Ley Bases, sus referentes aseguraron en su última visita a Mendoza que también era importante realizar un régimen de promoción para las pequeñas y medianas empresas.
Es porque si se consolida la importación de distintos bienes con menos impuestos o a costos de producción menores, la industria nacional quedará en desigualdad de condiciones. Concretamente, desde estos sectores se hace referencia a que la carga impositiva de la fabricación local alcanza al 50% de los costos.
En este sentido, Juan Pablo Solís, dirigente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), expresó que tanto desde esa organización como de su par a nivel nacional (Admira) pedían algunas reformas. Las más importantes tenían que ver con que no se pudieran importar bienes de capital usado y que se contemplara tanto a la industria nacional como a la cadena de valor.
Entre los cambios de último momento que se hicieron al RIGI, se estableció el compromiso de que al menos el 20% de la inversión total sea provista por los proveedores nacionales. Esto, si la oferta está disponible en cuanto a condiciones de mercado de precio y calidad.
Qué pasará en Mendoza
El Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones apunta de manera específica a la industria, la infraestructura, la minería, la energía y la tecnología. También entran: turismo, petróleo y gas y siderurgia. En Mendoza muchos se ilusionan, ya que la provincia tiene propuestas en muchos de esos rubros. El más factible dadas las condiciones actuales es la posibilidad que se podría abrir para el petróleo como un sector de posibilidades con la vista puesta en la exploración que YPF ha encarado y profundizado en Vaca Muerta. En una línea similar, el actual impulso en la energía solar podría mejorar con el RIGI.
La aprobación del RIGI alienta al sector privado a financiar nuevos proyectos.
Sin embargo, es la minería la que mayor esperanza despierta debido a que aquí sí o sí son inversiones de alto calibre. Por caso, la primera etapa exploratoria del mencionado no convencional en Malargüe fue de U$S17 millones. “Creemos que se trata de una oportunidad para Mendoza, pero que no van a llegar en el corto plazo sino más bien en el mediano”, observó Solís debido a que las etapas exploratorias demoran entre 3 y 5 años. En coincidencia, Raúl Rodríguez, presidente de la Cámara de Empresarios Mineros de Mendoza (Camem) coincidió en que los trabajos actuales de exploración no alcanzan el piso que solicita el régimen.
Sin embargo, se esperanzó en que tal vez a futuro pueda atraer posibilidades para la explotación minera, si las empresas logran acomodar los tiempos. Pese a que, con las condiciones actuales de la minería mendocina, la actividad más apetitosa para este tipo de inversiones, Rodríguez subrayó que el RIGI será una posibilidad para estar a la altura de nuestros principales competidores en el rubro como Chile, Perú y Colombia. “Esta baja de la presión impositiva nos puede poner otra vez en la mira y es una herramienta valiosa para todas las industrias”, subrayó Rodríguez.
Para Carlos Ferrer, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios Mineros (Camsem), por su parte, expresó que en el país hay ocho proyectos de cobre parados por falta de inversión. En este sentido, celebró la aprobación del RIGI y expresó que en Mendoza podrían llegar capitales para la construcción de infraestructura de diverso tipo que, a la larga, mejora todas las actividades de la economía. En una línea similar, Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras (CPC), expresó que en su rubro el régimen de incentivo podría ir hacia alguna ruta que tenga la posibilidad de repago.
“Para el resto, no creo que vengan inversiones ni para viviendas, ni para escuelas o tareas similares”, expresó Fernández, quien también observó que la minería, el petróleo y la energía podrían ser sectores beneficiados en Mendoza. En esta línea, Juan Pablo Solís sumó que Mendoza tiene posibilidades porque cuenta con industria y tecnología de alta calidad, así como focos atractivos de inversión. “Petróleo, energía y tecnología está a la altura, al tiempo que existen cadenas de valor formadas, potentes y con preparación”, acotó.
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