Río Negro: Calcatreu ya genera más de 700 puestos de trabajo en la provincia
- 18 de junio, 2025
El proyecto Calcatreu revitalizó la economía de la Región Sur de Río Negro.

Sergio Bustos
El yacimiento de oro y plata ubicado cerca de Ingeniero Jacobacci genera empleo, inversión y consumo local en niveles que la zona no experimentaba desde hace décadas.
La empresa Patagonia Gold conduce las tareas en el yacimiento desde 2018. La planificación contempla distintas fases: construcción, operación y cierre, con empleos directos y contratos para proveedores de bienes y servicios instalados en localidades cercanas.
El número total de empleos vinculados al proyecto asciende a 742. Esa cifra incluye puestos directos e indirectos que abarcan desde operadores de maquinaria hasta soldadores, mecánicos, técnicos, personal de mantenimiento, choferes y profesionales especializados en planta.
Los contratos laborales no solo generaron oportunidades, también mejoraron los ingresos familiares. Los sueldos de los trabajadores directos superan el millón y medio de pesos. Esa mejora se refleja en mayor estabilidad y dinamismo comercial en toda la región.
Para fines de abril de 2025, ya se habían contratado 25 personas para trabajar en Calcatreu. Diecinueve de esos empleos fueron cubiertos por personas de Jacobacci o localidades vecinas, mientras que seis correspondieron a otras regiones de Río Negro o provincias.
El impacto más visible ocurre en la economía local de Jacobacci. Solo en esa localidad, Patagonia Gold realizó compras por más de $242 millones. Esa inversión representó más del 25 % del gasto provincial realizado entre octubre y abril.
El total gastado por la empresa en bienes y servicios dentro de Río Negro alcanzó los $955 millones. Esa cifra abarca múltiples rubros: combustibles, alojamiento, alimentación, ropa de trabajo, servicios médicos, repuestos, logística, asistencia técnica, entre otros.
En abril de 2025, las compras locales sumaron $64 millones. Ese mes, el proyecto activó un circuito económico que sostuvo hoteles, estaciones de servicio, corralones, verdulerías, carnicerías, panaderías, talleres, consultorios y transportes escolares.
La reactivación también se nota en el empleo comercial indirecto. Comercios que antes vendían poco, ahora sostienen stock, pagan sueldos y piensan en ampliar sus locales. El dinero que entra en salarios vuelve a circular de inmediato.
El gobierno provincial considera a Calcatreu como una política estratégica. Las autoridades buscan diversificar la economía para reducir la dependencia del empleo público o de la ganadería extensiva. La minería representa un nuevo eje de crecimiento con base productiva.
La minería puede generar trabajo y desarrollo sin abandonar la responsabilidad ambiental. Esa es la consigna oficial, que propone una “minería moderna”, basada en controles, capacitación, participación local y planificación de largo plazo con impacto en la comunidad.
El plan de diversificación productiva incluye nuevos modelos de arraigo. La meta es que los jóvenes no tengan que migrar. La posibilidad de empleo y formación técnica permite a muchas familias imaginar un futuro sin salir de su ciudad.
Calcatreu se convirtió en una referencia para la planificación minera en el país. El caso demuestra que una mina puede generar trabajo, derrame económico y articulación regional sin grandes conflictos ni impacto ambiental negativo, si se cumplen las condiciones necesarias.
Los proveedores locales fortalecieron su capacidad operativa. Varios prestadores de servicios lograron consolidarse gracias a contratos con Patagonia Gold, lo que también les permite ofrecer soluciones a otras empresas de la región con mayor competitividad.
El vínculo entre minería y educación técnica comienza a fortalecerse. Las escuelas técnicas locales forman perfiles que se ajustan a la demanda de Calcatreu. Por primera vez, egresados consiguen trabajo sin tener que mudarse a otras ciudades.
Los talleres mecánicos mejoraron su equipamiento para atender nuevas demandas. También surgieron iniciativas de emprendedores que vieron una oportunidad en la creciente necesidad de insumos, transporte o asistencia logística para los trabajadores y las empresas contratistas.
El comercio minorista sostiene el consumo en cada barrio. Los empleados del proyecto compran en la zona, lo que beneficia a ferreterías, despensas, servicios de internet, peluquerías, tiendas de ropa, casas de electrodomésticos y farmacias de toda la localidad.
El hospital local también recibió más insumos y servicios médicos privados. Las prestaciones para personal vinculado al proyecto permitieron aumentar la disponibilidad de turnos, adquirir equipamiento y mejorar algunas prácticas básicas en consultorios y ambulancias.
El modelo de impacto productivo se construyó con diálogo constante. La empresa, el municipio, los sindicatos y los vecinos mantuvieron instancias de participación, información y planificación que facilitaron la aceptación del proyecto y la integración de la comunidad.
Los salarios dignos permiten nuevos horizontes para las familias. Algunos trabajadores comenzaron a construir sus casas, otros iniciaron microemprendimientos o ayudaron a familiares a continuar sus estudios. La estabilidad modifica las decisiones cotidianas.
La cadena de valor alcanza a transportistas, técnicos, gasistas, electricistas, y hasta artistas. La actividad minera también requiere señalética, cartelería, diseño gráfico, impresión, cursos de capacitación, materiales educativos y campañas de concientización social.
La logística representa un rubro clave dentro del gasto total. Los viajes de personal, herramientas y equipamiento movilizan camiones, combis, servicios de comida y combustible que sostienen un movimiento constante en la región.
El proyecto también sumó proveedores de otras provincias. Aunque el eje principal es la contratación local, la demanda supera la oferta actual en algunos rubros, por lo que se amplió la red de abastecimiento con prestadores registrados en otras jurisdicciones.
El control ambiental sigue activo en cada etapa. La Secretaría de Minería de Río Negro realiza inspecciones, análisis de impacto y seguimiento técnico con informes públicos. La empresa sostiene que cumple con todos los estándares de cuidado ambiental.
La planificación contempla un cierre programado con remediación. Cuando finalice la operación de la mina, el terreno se restituirá de forma gradual, según un plan aprobado por autoridades ambientales y verificado por organismos de control provinciales.
El caso Calcatreu permitió reabrir el debate sobre minería en Patagonia. Con un enfoque responsable y datos concretos de empleo, inversión y crecimiento, el proyecto busca instalar una nueva imagen de la actividad minera moderna y controlada.
Los vecinos valoran la oportunidad, pero piden seguimiento constante. La experiencia demuestra que la aceptación social crece cuando hay información clara, canales de diálogo y beneficios visibles que alcanzan a la comunidad en su conjunto.
El proyecto continuará con nuevas etapas en los próximos años. Se prevé ampliar la capacidad operativa, mejorar procesos, incorporar nuevas tecnologías y contratar más personal para tareas específicas en las distintas fases del ciclo minero.
Jacobacci pasó de la incertidumbre a una etapa de crecimiento. El proyecto Calcatreu devolvió expectativas y generó confianza. La minería responsable se convirtió en una herramienta para recuperar el arraigo, el trabajo y la esperanza.
La Región Sur recuperó protagonismo en la agenda económica. Calcatreu no solo generó empleo, también despertó el interés por nuevas inversiones que puedan replicar el modelo de crecimiento con base local y compromiso social
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