Santa Cruz, Río Turbio: Una jornada que mostró el valor de la coordinación de los que luchan
- 12 de abril, 2018
Este miércoles, los mineros del carbón y las enfermeras del Posadas ganaron la agenda con su jornada de protesta. ¿Por qué? Algunas conclusiones.Lucho AguilarA las
Este miércoles, los mineros del carbón y las enfermeras del Posadas ganaron la agenda con su jornada de protesta. ¿Por qué? Algunas conclusiones.
Lucho Aguilar
A las 7:30 la mayoría de los jefes de la CGT ni se había despertado (algunos dirán que están "dormidos" hace rato). Pero uno de los símbolos de la Ciudad empezaba a ser rodeado por overoles, guardapolvos y pecheras "gremiales". Un minero y una enfermera gritaron "vaaamos" y la avenida más ancha del mundo quedó cortada.
Lo repetían ante cada medio que se acercaba a preguntarles: "Venimos a hacer visibles nuestros reclamos. Hace meses que estamos despedidos, hace meses que luchamos. Y no vamos a bajar los brazos hasta lograr nuestra reincorporación".
Trabajadores y trabajadoras de Río Turbio, del Hospital Posadas, de Ferrobaires, la avícola Cresta Roja, PepsiCo y Mondelez Victoria, de dependencias estatales como Hacienda, Casa de la Moneda y el Inti; de los Suteba recuperados; tercerizados aeronáuticos y ferroviarios; choferes, telefónicos y de subterráneos; del Garrahan, Shell y los Astilleros, y una larga lista larga de sectores combativos.
Durante toda la mañana ganaron parte de la "agenda política". Millones conocieron a quiénes están de pie y qué reclaman. Luego del corte, la marcha por la 9 de Julio que rompió el cerco mediático pero también el policial, fueron la columna más nutrida y el hecho más importante de la actividad "folclórica" que había pensado la conducción nacional de ATE (de la que la su seccional Capital ni siquiera participó). La Izquierda Diario transmitió en vivo toda esa jornada.
Y entonces algunos todavía se preguntan: ¿por qué fueron noticia?
Porque muestran un camino distinto al de las cúpulas sindicales, que quiere imponer la resignación en los miles que sufren de una u otra manera el ajuste.
Porque a diferencia de los que no hacen nada, de los que convocan acciones divididas o aisladas y los que dicen que "hay que esperar a 2019", la unidad en las calles siempre entusiasma a quienes enfrentan enemigos que siempre parecen más poderosos.
Porque muestran decisión. Ni las distancias, ni el intento de hacerles un "cerco mediático" ni mucho menos el despliegue represivo, pudieron detener una acción que cumplió con todos los objetivos que se había planteado.
Porque al dar un paso adelante se convierten en una referencia para quienes todavía no pueden despegar. Como las trabajadoras de la Casa de la Moneda o de MOTSA que por primera vez salen a la calle y no podían ocultar su orgullo: "Ahora nos sentimos diez veces más fuertes".
Porque contra el corporativismo y la división que imponen las conducciones gremiales, ellos abrazan la unidad de las filas obreras: ocupados y desocupados, estatales y privados, efectivos y tercerizados, afiliados a la CGT o la CTA, mineros, choferes, ferroviarios y maestras.
Porque no solo hoy hablaron de puestos de trabajo y salarios. Los mineros quieren reactivar el yacimiento para darle energía a cuatro provincias; las enfermeras defienden la salud pública donde se atienden los que no tienen obra social, a los inmigrantes; las maestras denuncian el cierre de escuelas y el hambre en los comedores; los choferes las pésimas condiciones en que viaja la gente; los del subte el tarifazo. Porque también levantan las demandas populares.
Porque muchas de esas mujeres trabajadoras llevaban en sus cuellos los pañuelos verdes; pero también lo llevaron mineros. Porque en una semana atravesada por el debate sobre el aborto legal, esa demanda solo se puede conquistar si el movimiento de mujeres y la clase trabajadora toman juntos ese símbolo en las calles.
Porque en jornadas como esta van haciendo la experiencia con sus propias conducciones, que como ATE convocan paros que no garantizan y marchas que no movilizan. La distancia entre esos dirigentes y los que luchan quedó escenificada este mediodía sobre Avenida de Mayo.
Porque en las palabras de esos hombres y mujeres que hace dos meses salieron a la calle, algunos por primera vez, se empieza a hacer carne una idea: "la coordinación es el camino para que no nos derroten, para luchar mejor".
Porque aunque hoy se mostró el valor de esa coordinación en las calles y ya convocan a nuevas reuniones "para seguirla", también quieren usar esa fuerza para hacer más potente el reclamo de un paro nacional y un plan de lucha unificado a los sindicatos y centrales que dicen oponerse al ajuste.
El Movimiento de Agrupaciones Clasistas que impulsa el PTS junto a trabajadores independientes en muchos gremios este miércoles estuvo en primera fila. Como estuvieron nuestros diputados Nicolás del Caño, Nathalia González Seligra, Myriam Bregman, Patricio del Corro. Como siempre. Porque en ese camino y con esas banderas quiere aportar a que las luchas triunfen. Pero también a construir agrupaciones clasistas en decenas de gremios, forjando una alternativa a la burocracia sindical peronista
La Izquierda Diario