Selva Santillán, la gran geógrafa del Valle de Lerma, Por Ricardo Alonso
- 26 de febrero, 2025
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Santiagueña y académica de primer nivel, es autora de un estudio magistral sobre nuestra región, su geografía y su economía, además su rol estratégico dentro del corredor interoceánico.

El mejor trabajo que se haya escrito jamás sobre el Valle de Lerma, donde se asienta la ciudad de Salta, fue obra de una geógrafa brillante, la Dra. Selva Elvira Santillán de Andrés (1919-1999). Esta notable científica nació en Santiago del Estero y se crió en los quebrachales de Tintina donde aprendió a hablar el quechua. Se formó académicamente en la Universidad Nacional de Tucumán, al lado de los grandes geógrafos alemanes de la época, entre ellos su director el Dr. Guillermo Röhmeder (1902-1952). Santillán se graduó de geógrafa en 1945 y se doctoró en 1972 en la Universidad Nacional de Cuyo con una tesis sobre la región salteña del Valle Calchaquí.
De acuerdo con su biógrafa, la Dra. Jacqueline Salim Grau, Selva Santillán se convirtió en la primera mujer en obtener un título de posgrado y en dirigir becarios del CONICET y tesis de posgrado en geografía, con lo cual jerarquizó la ciencia geográfica, no solo en el ámbito de la Universidad Nacional de Tucumán, sino también en otras universidades del NOA. Asimismo, fue pionera en la dirección de proyectos y en la conformación de equipos de investigación interdisciplinarios. Enseñó e investigó en geografía hasta que se jubiló en 1985, el mismo año en que fue nombrada miembro de número de la Academia Nacional de Geografía.
El paisaje y su gente
Su principal tema de interés fue el del paisaje en relación con la actividad humana. Si bien se formó en la escuela alemana de geografía se alimentó también de las influyentes ideas del francés Paul Vidal de la Blache (1845-1918). Sus investigaciones regionales se organizaron en torno al proceso de ocupación humana del suelo, su estructura económica y sus particularidades demográficas y sociales.
Desarrolló sus principales trabajos en Tucumán y fue la primera en elaborar una división paisajística tomando en cuenta las actividades económicas. Reconoció así diferentes paisajes tucumanos relacionados con la caña de azúcar, hortofrutícola, ganadería de carne y lechera, tabaco, explotación forestal, canteras, entre otros. Dejó escrita una rica producción sobre la geografía de Tucumán en la década de 1960, especialmente sobre el paisaje rural y la distribución de la población.
Uno de sus últimos trabajos fue "La región del Noroeste Argentino: paisajes heterogéneos con economía mixta" publicado en 1988 en la magnífica obra de J. A. Roccatagliata titulada "La Argentina: geografía general y los marcos regionales (Grupo Editorial Planeta, Buenos Aires).
Santillán de Andrés entendía a la región como "un espacio funcional organizado donde se cumplen un sinnúmero de interrelaciones, que se densifican absorbiendo toda la vida cultural, social y económica de la población y en donde el conjunto nacido de una cierta uniformidad fue creando paisajes diversos". Por su parte definía al paisaje geográfico "como el área donde se cumplen los procesos y relaciones nacidas de la ocupación humana en un medio determinado configurando una fisonomía específicamente diferenciada".
El valle de Lerma
Su experiencia previa en la geografía tucumana le valió para encarar un ambicioso proyecto como era el estudio integral del Valle de Lerma. Junto a sus colegas Estela Barbieri de Santamarina y Teodoro Ricardo Ricci publicaron en 1968 una monografía de 130 páginas titulada: "La región del Valle de Lerma, provincia de Salta", como parte de una serie selecta de trabajos del Departamento de Geografía, de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional de Tucumán. Los autores dejan constancia que en la parte geomorfológica colaboró el profesor Enrique de Jesús Setti. La lectura de esta clásica obra es enriquecedora en todo sentido, no solamente por la cantidad de información expuesta sino especialmente por su valor histórico. Por la gran cantidad de mapas, planos, esquemas, dibujos y fotografías blanco y negro que acompañan el texto. Para poder apreciar cómo se encontraba la ciudad de Salta y los otros pueblos del Valle de Lerma en la década de 1960.
Para entender cuál era su demografía, economía y ocupación del espacio en base a las distintas actividades rurales, industriales e inmobiliarias.
El trabajo principia definiendo qué se entiende por la "región del Valle de Lerma" en base a las sierras que lo limitan en sus cuatro puntos cardinales. Le otorga una superficie de 5.000 km cuadrados y lo divide tomando el paralelo de Viñaco al norte como un territorio de mayor intervención antropogénica y de Viñaco al sur menos alterado. Para entonces no existía el embalse de Cabra Corral. El primer capítulo, "Geología", abarca 10 páginas e incluye un mapa de los autores con todas las formaciones geológicas precámbricas, paleozoicas, mesozoicas, terciarias y cuaternarias que forman tanto las sierras como el interior de la cuenca fluvial.
El capítulo "Morfología" abarca 6 páginas y allí se extiende en la altura y direcciones de los cerros y serranías, las pendientes del valle, los zanjones y cárcavas, el arrastre de sedimentos y los tipos de suelos que se forman. El capítulo "Hidrografía" de 10 páginas hace un análisis de los ríos que ingresan al valle en todas sus direcciones y que luego se organizan para salir por la cuenca del Bermejo al norte o por la cuenca del Juramento al sur. También refiere su paleo-hidrología, capturas y cambios históricos de cauces.
El capítulo "Clima" abarca 6 páginas y allí se desarrolla el régimen de los vientos con el dibujo de una "rosa de los vientos", un mapa de las precipitaciones en función de las isohietas anuales y una división climática del valle por sectores. Téngase presente que la asimetría tectónica del valle genera una cara húmeda occidental y una cara seca oriental con transiciones entre ellas. El capítulo "Vegetación" abarca 8 páginas y en él se hace una descripción de la flora y su distribución, gobernada por epífitas en la cara húmeda occidental y por xerófitas y cactáceas en la cara seca oriental.
Describe las distintas variedades de árboles, arbustos y pastos presentes desde el piso del valle hasta las sierras más altas que lo limitan. Al igual que en los capítulos previos acompaña muy buenos dibujos, croquis y fotografías. La "Zoogeografía" está limitada a media página donde enumera en forma generalizada algunos de los principales mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces e insectos. El capítulo "Población" abarca 40 páginas y comienza con una descripción histórica del poblamiento del valle antes y después de la llegada de los españoles.
Representa a la ciudad de Salta distinguiendo pirámides demográficas de varones y mujeres y de nativos y extranjeros. Lo ilustra con abundantes mapas, gráficos y fotos. Luego hace lo mismo con otros pueblos del valle, entre ellos Campo Quijano, El Carril, La Merced, Coronel Moldes, Guachipas, Ampascachi, Pulares y Chicoana. Dado que esa era la especialización de la autora, abunda en dichos temas. Lo mismo ocurre con el siguiente capítulo "Régimen y tenencia de la tierra" donde acompaña los planos catastrales de la época, tanto para la ciudad de Salta como para algunos pueblos del valle, entre ellos Rosario de Lerma y Guachipas. Luego acompaña gráficos estadísticos sobre las propiedades rurales de acuerdo a su extensión, las superficies según destino de uso y aptitud, el régimen de tenencia de las tierras y la forma de pago. Completa con un mapa del uso del suelo en el valle.
Una región estratégica
Luego sigue un extenso capítulo de 18 páginas sobre las actividades económicas, especialmente la agricultura y la ganadería. El tema del tabaco recibe un lugar especial.
El último capítulo de 10 páginas aborda otras actividades económicas, comunicaciones y la desmembración paisajística donde distingue tres paisajes diferenciados: a) El paisaje cultural del tabaco y ganadería orientada al tambo; b) Paisajes de cultivos mixtos discontinuos y ganadería y c) Paisajes pedemontanos con ganadería extensiva y sitios veraniegos.
Concluye su investigación, presentada como una monografía, pero que en realidad es un tratado geográfico integral, diciendo: "Por todo lo expuesto hasta este momento se puede ver que el Valle de Lerma constituye una región de gran importancia para la economía, no solo de la provincia de Salta sino del noroeste argentino, llamada a desempeñar un papel importante en la economía nacional con la intensificación de las relaciones económicas hacia el Pacífico".
Cierra con una selectísima bibliografía, donde reconoce que además de las obras consultadas, los autores se nutrieron de las entrevistas que realizaron al historiador Miguel Ángel Vergara y al profesor Amadeo Sirolli. Como anexo se acompaña un mapa hipsométrico (altimétrico) y un mapa geomorfológico de todo el valle.
Ha transcurrido más de medio siglo desde la publicación y aún mantiene, en líneas generales, plena vigencia. Su lectura resulta enriquecedora para cualquier profesional o decisor político. Puede considerarse como una extraordinaria línea de base ambiental y social completamente adelantada a su tiempo. Una joya bibliográfica que debería ser estudiada en la currícula de colegios y universidades sobre el territorio que nos contiene y aloja. Territorio que ha avanzado en el tiempo para constituirse en lo que algunos han dado en llamar: "Gran Salta". Por el citado trabajo del Valle de Lerma y por su obra en general, la Dra. Selva Elvira Santillán de Andrés se inscribe en el parnaso de los grandes geógrafos argentinos de todos los tiempos.
El Tribuno