Un informe del Gobierno australiano estima que la producción mundial de oro llegará a su cifra máxima en 2024, con 3.807 toneladas.
Las criptodivisas tradicionales son un claro ejemplo de un valor artificial que no se puede representar, ni valorizar en el plano real.
Poca autonomía, altos precios, dificultad de carga y contaminación de baterías en desuso, desalientan su utilización.
La fuerte demanda de inversión ha llevado al precio de la plata al entorno de los 30 dólares la onza.