¿Argentina finalmente se subirá al auto eléctrico? ? .
- 14 de febrero, 2024
A nivel global, el avance hacia la electromovilidad como medida para mejorar las emisiones y combatir el cambio climático es innegable.
Sin embargo, la discusión se centra en la velocidad de este cambiotanto por las políticas públicas que lo promueven como por la disponibilidad de insumos críticos para la fabricación de los principales componentes.
Cuando se habla de electromovilidad, es habitual referirse únicamente al coche eléctrico, donde la batería, uno de sus componentes clave, se basa, en parte, en productos de litio. Sin embargo, la electromovilidad abarca un ecosistema mucho más amplio, que incluye no sólo la movilidad, sino también sus infraestructuras, donde El cobre emerge como un mineral crítico y actualmente irremplazable.
El cobre, el litio, el níquel, el cobalto y las tierras raras son componentes críticos de muchas de las tecnologías de energía limpia de rápido crecimiento actuales, desde turbinas eólicas y redes eléctricas hasta vehículos eléctricos, según el último informe publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables. La demanda de estos minerales está creciendo rápidamente a medida que se aceleran las transiciones a energías limpias, lo que enfrenta cadenas de valor vulnerables a la interrupción debido a su escasez, concentración geográfica, complejidad en el proceso de extracción y refinación y/o falta de sustitutos.
Argentina tiene un potencial latente en este campo, pero Se ha visto afectado por la inestabilidad económica y la inconsistencia de las políticas a largo plazo.. Aun así, ha desarrollado la minería. Tímidamente. Actualmente en operación solo tenemos 17 proyectos de los cuales 14 son de oro y plata y 3 de litio. Nuestra incertidumbre macro y discrecionalidad en las reglas del juego son el principal obstáculo a la actividad, ya que ha ralentizado la toma de decisiones de inversión respecto del avance de proyectos de gran minería e incluso de litio, dificultando el desarrollo de su potencial. .
Al mismo tiempo, La demanda de proyectos es mayor por nuestra falta de infraestructura. Todo proyecto minero debe contemplar el desarrollo de vías, instalación de redes eléctricas, energías renovables, gas, logística y nodos multimodales para garantizar el funcionamiento de la explotación, trabajar bajo estándares internacionales de calidad y cumplir con las metas de la Agenda 2030. Esto implica una mayor presión tanto en términos de valor de la inversión como de tiempo requerido para todas las actividades fuera del sitio.
Aunque los desafíos son muchos, el camino del crecimiento ha comenzado, al menos en el litio. A nivel global, si bien se encuentra entre los cinco primeros productores, su producción al 2024 (100.000 toneladas) aún está por debajo del segundo productor, Chile (180K). Actualmente hay seis proyectos que se encuentran en construcción, a diferentes velocidades, pero en su etapa de producción ampliarán la oferta en más de 100K toneladas de diferentes productos de litio.
Este crecimiento paulatino pero sostenido se traduce en un aumento de su participación en las exportaciones mineras totales de Argentina: en diez años pasó de representar el 1% al 18% del total. los casi 4 mil millones de dólares exportados por el sector en el último año, que sigue liderado por los envíos de oro y plata.
Sin embargo, la explotación de cobre en Argentina está lejos de su máximo potencial. Desde 2018, con el cierre de Minera Alumbrera, no participamos en el mercado del cobre a pesar de que tenemos importantes reservas y depósitos de clase mundial. El principal factor que ha restado valor a estas grandes inversiones ha sido el cambio en las reglas del juego, incluso con la Ley de Inversiones Mineras.
Por eso Argentina dejó pasar años de desarrollo donde las inversiones se han desviado hacia países productores tradicionales. Más de un proyecto está a las puertas de la etapa de construcción, con inversiones promedio de US$ 3 mil millones, lo que implica una alta demanda de empleo de calidad, desarrollo de cadenas de suministro con altos estándares para cumplir con estándares internacionales que califiquen a los proveedores para poder intervenir. en otras cadenas de altas exigencias, desarrollo de infraestructura con externalidades positivas en zonas remotas y cambio en la matriz productiva regional.
Los grandes jugadores internacionales han puesto un pie en Argentina, el portafolio de proyectos cupríferos tiene en la agenda de mediano plazo a Josemaría (SJ), El Pachón (SJ), Mara (Catamarca) y Taca Taca (Salta), que en conjunto serían inversiones para más de USD 12.000M, pero no hay que perder de vista las buenas campañas de exploración que ponen en esta lista a Los Azules (SJ), Filo del Sol (SJ) y Altar (SJ), seguidos de más de una veintena de proyectos en diferentes estados.
En los próximos años, y de la mano de la electromovilidad, a nivel global no habrá problemas de demanda sino de oferta. Es la gran oportunidad de la Argentina para capitalizar inversiones que buscan nuevos proyectos en países donde se pueda cumplir con la trazabilidad de las condiciones de operación.
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