Del "no" al cobre al pragmatismo: la metamorfosis política detrás de la nueva minería
- 11 de diciembre, 2025
Por Marcelo Torrez
Tres eras arrancan en Mendoza tras la aprobación de la DIA de PSJ Cobre Mendocino: la era del cobre en el área minera, claramente, con el posible primer yacimiento en producción del mineral del país en un contexto de demanda inédito y desconocido a nivel global; una nueva era económica para la provincia, que incorpora al motor que genera la riqueza un sector adicional a la diversidad que la caracteriza por naturaleza y tradición; y una nueva era política, porque la dirigencia logra romper un techo cargado de prejuicios, mitos, temores y —vaya si no— las variadas especulaciones que dominaron y condicionaron su actuación durante por lo menos los últimos veinte años.
El verdadero impacto del paso dado por la Legislatura al aprobar la DIA de explotación de PSJ se visualizará en poco tiempo, cuando comience a materializarse la concreción del proyecto, que tiene plazos definidos. Pero hay un aspecto que podría detonar beneficios a futuro y que ha sido un obstáculo permanente en el proceso de evolución y desarrollo de la minería metalífera en la provincia: el de la seguridad jurídica y la posible admisión de una política de Estado que ofrezca y asegure garantías en ese sentido a potenciales inversores que el futuro del sector pueda atraer. Lo que fue un corsé —el aval político a un estudio técnico ambiental que llevó meses de análisis a cargo de casi 30 organismos científicos— bien podría jugar ahora a favor si se lo utilizara como carta de presentación al mundo de una provincia que ofrece seriedad institucional. Se trataría de invertir uno de los contrasentidos de la deficiente 7722.
Alfredo Cornejo tuvo mucho que ver con el cambio de clima en la política. A lo largo de los últimos 15 años entendió —como quizás lo hubiese hecho otro en su lugar— que, en medio de la calamidad económica que abatió al país con consecuencias muy serias para Mendoza, dejar pasar la oportunidad de desarrollar un nuevo sector económico como la minería metalífera resultaría imperdonable. Otra vez, el pragmatismo que caracterizó su modelo de acción política: de la militancia por el “no” por convencimiento y conveniencia del momento, a convertirse en un abanderado nacional como parte de la Mesa del Cobre, también por conveniencia y convencimiento en un momento particular del país. Exactamente diez años atrás, justo el día de la aprobación de la DIA, Cornejo alcanzaba el poder prometiendo dar vuelta el manejo del Estado como una manga de pulóver; lo mismo que hizo con su pensamiento respecto de la minería, por caso.
De ahora en más, y en términos futboleros, la pelota está en manos de la empresa controlante de PSJ y del gobierno provincial. Ambos se han colgado la responsabilidad de llevar adelante un proceso que no tendrá demasiado margen de error —o el margen será directamente nulo—. Así como el yacimiento de Uspallata es considerado un modelo en el rubro por su escala menor y por su cercanía a vías estratégicas de comunicación para el traslado del material y la logística del funcionamiento, también lo será para la operación del negocio del cobre para todo el país, por su interrelación con la comunidad, por la capacidad del Estado para el control y por el funcionamiento de una empresa que promete dar seguridades absolutas en una operación ajustada a normas nacionales e internacionales.
Los tiempos en la minería se miden a largo plazo, como está visto en la provincia y como lo demuestra también lo que ocurre con emprendimientos de San Juan, donde se explora desde hace casi medio siglo para alcanzar alguna certeza de reservas en varios yacimientos.
Pero tras la aprobación de la DIA, con PSJ podría darse un proceso rápido de concreciones, tal como voceros de la empresa confirmaron apenas la Legislatura dio su aval. Hay un marcado optimismo en la conducción de la compañía suiza que controla el yacimiento junto al socio minoritario nacional: la DIA aprobada activó la etapa de factibilidad energética y financiera. Para la primera, la empresa tiene listo el plan para la construcción de la línea eléctrica que llevará energía al lugar de explotación. Para la segunda, la del financiamiento internacional necesario, los voceros calculan que el objetivo podría alcanzarse hacia el inicio del segundo trimestre de 2026. La construcción del yacimiento —si se cumplen los plazos acotados que se fijaron como meta— podría comenzar a especularse para noviembre del próximo año.
Los tiempos de la minería se activan en Mendoza, un sector que promete romper mitos e inaugurar un nuevo arquetipo en la Argentina de los nuevos paradigmas. Impensado hace muy poco tiempo
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