En Sudáfrica hallaron un extraño material, bautizado "goldschmidtita", en el interior de un diamante que se originó a 170 kilómetros bajo la superficie terrestre.
Las entrañas mismas de nuestro planeta suelen brindar todo tipo de sorpresas cada tanto. Cuestiones inexploradas, elementos desconocidos y materiales que sorprenden a toda hora aparecen muy seguido desde las profundidades de la Tierra, un territorio que aún debe explorarse más en detalle porque, aunque se conoce mucho, todo parece indicar que se sabe menos de lo pensado.
En ese contexto, apenas algo más de un gramo de roca alojado en un diamante mostró contener un mineral nunca antes encontrado, al que han bautizado "goldschmidtita", del que los científicos que lo evaluaron estimaron que se pudo haber formado a aproximadamente 170 kilómetros (150 millas) por debajo de la superficie terrestre.
Este es el hallazgo
La sustancia recién descubierta en la minúscula roca podría revelar reacciones químicas inusuales que se desarrollan en las profundidades del manto, la capa de la Tierra que se encuentra entre la corteza del planeta y el núcleo externo.
El descubrimiento se produjo en un sitio minero de Sudáfrica al que se conoce como minas de Koffiefontein, una región en la que también se explota el turismo, pero básicamente es rico por la presencia de diamantes, esas piedras preciosas tan valoradas y que cotizan verdaderas fortunas.
Los diamantes brillantes se entrelazan en la roca ígnea oscura que recubre las galerías y túneles de las minas. Pero lo concreto es que esas piedras preciosas contienen originalmente pequeños trozos de otros minerales de cientos de millas debajo de la superficie terrestre.
Dentro de una de estas piedras brillantes, los científicos encontraron un mineral opaco de color verde oscuro que estimaron que se forjó a unas 105 millas (170 kilómetros) bajo la superficie de nuestro planeta.
El bautismo
Los científicos e investigadores que analizaron el nuevo mineral lo bautizaron "goldschmidtita", en honor al aclamado geoquímico Victor Moritz Goldschmidt, según el estudio publicado el 1º de septiembre en la revista American Mineralogist.
La muestra fue analizada en la Universidad de Alberta, Canadá, donde se constató que no se correspondía con otro mineral reconocido y clasificado hasta el momento, por lo que, luego de ser bautizado y catalogado correspondientemente, será analizado en más profundidad.
Sorpresas en el manto
El manto completo tiene un espesor de aproximadamente 2.900 km, según diferentes estimaciones científicas, entre las que se destacan las de NatGeo (National Geographic), lo que hace que las regiones más bajas de la capa sean difíciles de estudiar para los científicos.
Uno de los grandes enigmas que rodean a la humanidad. Debido a la inmensa presión y el calor en el manto superior se transforman ahuecados depósitos de carbono en diamantes de un brillo sublime. Esas rocas preciosas, que también capturan diminutos segmentos de otros minerales del manto en sus estructuras, bien pueden ser empujadas a la superficie debido a erupciones volcánicas subterráneas.
Así, al analizar las incrustaciones minerales en los diamantes, los científicos pueden echar un vistazo a los procesos químicos que ocurren muy por debajo de la corteza, ya que esas piezas expulsadas son una de las pocas formas de alcanzar muestras de materiales que se hallan muy por debajo de la superficie.
Al respecto, los autores del estudio de la goldschmidtita indicaron que, con relación a un manto mineral, este mineral tiene una composición química peculiar. "La goldschmidtita tiene altas concentraciones de niobio, potasio y los elementos de tierras raras lantano y cerio, mientras que el resto del manto está dominado por otros elementos, como el magnesio y el hierro", explicó la coautora del estudio Nicole Meyer, estudiante de doctorado en la casa de altos estudios canadiense, a través de un comunicado.
El potasio y el niobio constituyen la mayor parte del mineral, lo que significa que los elementos relativamente raros se unieron y concentraron para formar la sustancia inusual, a pesar de que otros elementos cercanos son más abundantes, agregó la geoquímica.
"Por eso, la goldschmidtita es altamente inusual para una inclusión capturada por el diamante y nos brinda una instantánea de los procesos de fluidos que afectan las raíces profundas de los continentes durante la formación del diamante", expresó el geoquímico del manto, Graham Pearson, cosupervisor de Meyer y que también firmó el comunicado. El extraño mineral ahora se encuentra en el Museo Real de Ontario, en Toronto, agregó Meyer a Live Science en un correo electrónico.
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