El mundo maravilloso de las rocas, por Ricardo Alonso
- 8 de noviembre, 2021
Esas piedras que vemos nuestro alrededor encierran la historia muda del universo, que se hace visible gracias al trabajo de la comunidad científica.
La escritora americana Amy L. Lowell (1874-1925) decía: “Los libros son más que libros. Son la vida, el verdadero corazón y meollo de las edades pasadas; la razón por la cual los hombres vivieron, trabajaron y murieron; la esencia y quintaescencia de sus vidas”.
Esta frase me dio pie para prologar un libro que es más que un libro, es un viaje en el tiempo de los hombres que vivieron, trabajaron y murieron -por y para la ciencia- y más concretamente para la ciencia de la petrología, o sea la ciencia del estudio de las rocas.
Ciencia, mito y filosofía
Precisamente el Instituto Superior de Correlación Geológica (Insugeo) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y la Facultad de Ciencias Naturales y el Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán publicaron su Miscelánea 26, de autoría de los doctores Alejandro José Toselli y Juana Norma Rossi titulada: “Historia de las rocas ígneas. Nombres y clasificaciones” (224 páginas, 2020, Tucumán).
En esas páginas se traslucen la esencia y quintaescencia de la vida y obra de aquellos hombres y mujeres apasionados por el mundo de las rocas y los minerales, y cómo se fue construyendo texto a texto, libro a libro, cual ladrillos, el majestuoso castillo del conocimiento sobre las ciencias petrológicas. Arrancando en la antigua Grecia y avanzando paso a paso, durante siglos, hasta alcanzar el corpus doctrinal que conforma el saber petrológico actual. Esto es el “verdadero corazón y meollo de las edades pasadas” en palabras de la citada poetisa y premio Pulitzer Amy Lowell, incomprendida feminista americana y hermana del astrónomo Percival Lowell, quien predijo la existencia de Plutón. Y nada menos que Plutón, el dios de las profundidades, que dio nacimiento al término con que se identifica a las rocas ígneas endógenas, así como a toda una corriente filosófica en la geología llamada plutonismo, en oposición al neptunismo, o sea fuego en oposición al agua, tal como ya lo pensaban y creían los antiguos filósofos egeos y tal como va a resurgir en el enfrentamiento dialéctico entre el escocés James Hutton y el alemán Abraham G. Werner hacia finales del siglo XVIII.
Los quilates de un libro
Temas todos que han sido desarrollados en las páginas del libro de los esposos Toselli. El peso específico de un libro está en los quilates de sus autores. Y este es un libro de alto peso específico. Los doctores Alejandro J. Toselli y Juana N. Rossi han dedicado sus vidas al estudio de las rocas y de los minerales. Han enseñado e investigado por más de 40 años en la Universidad Nacional de Tucumán, dirigieron decenas de tesis de grado y doctorales, formaron una generación de científicos y discípulos, publicaron cientos de artículos científicos en las principales revistas nacionales e internacionales, se hicieron acreedores a numerosos títulos, honores, premios, galardones y distinciones, y muy especialmente por su don de gentes, cosecharon sólidas amistades en colegas de diferentes países y universidades.
Ambos se ganaron con creces el respeto de la comunidad científica nacional e internacional. Su libro sobre las rocas es entonces la quintaescencia de dos vidas laboriosas, unidas e indisolubles, de pensamiento, reflexión e investigación en el campo de las rocas ígneas y metamórficas.
Ellos aquilataron un conocimiento real, producto del estudio, observación y experimentación en los afloramientos rocosos de varios continentes, en los soberbios laboratorios y en los apacibles gabinetes rodeados de arduas y graves bibliotecas. Penetraron en la secreta intimidad de las rocas y de los minerales, en sus texturas y estructuras, en sus edades radimétricas, en su quimismo, en sus isótopos, y ayudaron a reconstruir con esa data los trozos sueltos de viejos continentes y supercontinentes. Antes y después de Pangea, uniendo los trozos continentales y oceánicos sueltos que hoy conforman el territorio nacional.
Pero no son sus ricas y productivas vidas lo que han volcado en el libro, sino la vida de todos aquellos estudiosos que pusieron su granito de arena para construir el edificio de la petrología moderna. El libro nos habla de la evolución de las clasificaciones de las rocas, de la historia de geólogos, petrólogos y mineralogistas, de las terminologías y etimologías curiosas o insospechadas en los nombres de las rocas, de los sofisticados equipamientos que dieron lugar a una revolución en el conocimiento geológico gracias a la química y a la isotopía, del largo viaje instrumental desde un sencillo microscopio petrográfico hasta los modernos microscopios electrónicos y una parafernalia sofisticada de microsondas, ablación láser, plasma inducido, activación neutrónica, etcétera. Pero insisto que no es un simple relato de temas convencionales. No. Por el contrario, es el producto de muchos años de experiencia directa en la materia.
Genealogía de una obra
Que además se remonta por línea filogenética a su Alma Mater, la docta Universidad de Córdoba, de la cual son herederos, y donde ellos se formaron en la tradición que marcaron grandes sabios decimonónicos como Alfred Stelzner, Ludwig Brackebusch o Guillermo Bodenbender; o del siglo XX como Roberto Beder, Juan Olsacher, Hebe Dina Gay y especialmente el Dr. Carlos E. Gordillo en quien reconocen ellos a un gran maestro y le dedican afectuosamente y post mortem el libro de marras. Los doctores Carlos Gordillo y Hebe D. Gay fueron también los maestros y mentores de los petrólogos y mineralogistas que iniciaron los estudios modernos de esas disciplinas en la Universidad Nacional de Salta a partir de su creación en la década de 1970. Entre ellos merecen destacarse a los doctores José G. Viramonte, Ricardo H. Omarini, Ricardo J. Sureda, Miguel A. Gallisky, Raúl Becchio, entre otros.
Volviendo al libro, vale decir que está profusamente ilustrado con fotos, dibujos o imágenes de los hombres y mujeres de todos los tiempos que dedicaron su vida a las rocas, desde el viejo Teofrasto en la antigua Grecia que escribió su “Lapidus”, hasta jóvenes y brillantes investigadores de universidades modernas.
También cuenta con ilustraciones de tapas de libros clásicos, dibujos y fotos de instrumental diverso, entre ellos microscopios antiguos y modernos, gráficos genéticos, químicos y mineralógicos de las rocas ígneas, diagramas y clasificaciones de rocas, meteoritos, tectitas y mucho más. El libro arranca con una frase de Alexander von Humboldt sobre la ciencia y cierra con el famoso poema a las piedras de Atahualpa Yupanqui. El libro hace un repaso de la mayoría de las etimologías propias al nombre de las rocas, y viene acompañado de muy útiles listados de términos que permiten ubicar rápidamente el tema buscado. Asimismo, merece destacarse un listado bibliográfico de 15 páginas de extensión.
Las regiones equinocciales
El granito, esa roca universal de la geología planetaria, recibe un capítulo completo, y lo merece, ya que su propio origen fue tan controversial que el propio Johan Wolfang Goethe, padre de la literatura alemana, pero que estudió geología en la famosa Academia de Minas de Freiberg, hizo sobre esa roca sus primeros estudios.
También estudió en Freiberg Alexander von Humboldt, quien llegó a América en 1799, dictó la primera clase de geología en el Real Seminario de Minería de México y estudió las rocas del continente junto al botánico Amadeo Bonpland, botánico francés que murió en nuestro país. Humboldt estableció correlaciones entre las rocas europeas y americanas que fueron novedosas para el mundo científico de su época.
Las obras completas del “Viaje a las regiones equinocciales”, de Humboldt y Bonpland, en una edición original y hoy una joya para bibliófilos, se conserva y atesora en la biblioteca del Instituto Miguel Lillo y está ilustrada en el libro de los Toselli. El libro cuenta con varias frases brillantes de científicos notables, con anécdotas curiosas del mundo de las rocas y de los minerales, pero especialmente está escrito en un idioma fácil que todos los interesados pueden leer sin cortapisas.
Se cuenta la historia de las rocas desde el magma original hasta su uso industrial. Los esposos Alejandro Toselli y Juana Rossi entregan en esta obra un enjundioso trabajo producto de muchos años de intensa labor científica conjunta que resume y rezuma conocimiento y que sus lectores pueden ahora disfrutar y atesorar.
El Tribuno