Entre el cobre y el pistacho: el mapa productivo de San Juan y la crisis de imagen del vino local
- 2 de julio, 2025
El ministro Gustavo Fernández analizó el presente y las perspectivas de los sectores productivos de San Juan.

Desde la minería como motor hasta la necesidad de diversificar, pasando por la crisis del agua, la industria textil, la situación del vino y el boom del pistacho.
El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández, brindó en el programa Paren las Rotativas un diagnóstico sobre el estado actual y las proyecciones de los sectores productivos de la provincia. Con tono crítico pero constructivo, destacó que, aunque la minería del cobre se perfila como “un motor y un tractor principal del desarrollo económico de San Juan”, no se debe perder de vista la necesidad de una matriz diversificada: “Tenemos una necesidad estratégica de mantener y defender una actividad económica diversificada para que la provincia sea sostenible en el tiempo”.
Según señaló, uno de los principales desafíos es la brecha entre las expectativas generadas por la minería y la realidad actual. “No tenemos hoy realidades que estén a la altura o en la medida de las expectativas que tenemos. No tenemos una brecha grande entre la realidad que ofrece la minería y las expectativas que ofrece”, sostuvo Fernández. Recordó que en 2013, con Pascua-Lama, San Juan alcanzó un pico de casi 95 mil empleos registrados, una cifra que “nunca más volvimos a recuperar”, ya que hoy el número ronda los 84 mil o 85 mil.
Advirtió también sobre el riesgo de apostar todo a la minería: “Existe el peligro de obnubilarnos y concentrarnos solo en esa actividad, cuando la minería sostenible debe coexistir y convivir con el resto de las actividades”. Y agregó: “Si no diversificamos, corremos el riesgo de hipotecar el futuro”.
Sobre el panorama industrial, el ministro fue contundente al describir su heterogeneidad y las tensiones que atraviesa. En el sector textil, explicó: “Ha podido desarrollarse en un contexto de cierre de la economía que favoreció su crecimiento, pero la apertura actual de importaciones es más rápida de lo que el sector puede absorber. Eso genera dificultades para sostener el empleo y mantener la competitividad”. Además, remarcó que “es uno de los sectores donde mayores aumentos de precios se han dado” y sufre de “costos significativamente más altos que en países limítrofes”.
En cuanto a alimentos y bebidas, el rubro industrial más grande de la provincia, Fernández indicó que “más del 40% de los volúmenes industriales están allí”, pero sufre el impacto de un consumo retraído. “Pasamos de una economía donde estoquearse era buen negocio, a una donde el consumidor compra lo justo y necesario. Eso cambia completamente el escenario”, dijo.
El ministro también se refirió a los serios problemas de competitividad y financiamiento que afectan al entramado productivo: “La industria sufre por el tipo de cambio, una estructura impositiva que no termina de reacomodarse, costos logísticos elevados y falta de crédito accesible”. Si bien en 2024 el gobierno impulsó “políticas de generación de opciones de créditos muy agresivas”, afirmó que “las tasas actuales son muy elevadas para que el privado las convalide sin subsidio estatal”.
La vitivinicultura también estuvo en el eje del análisis. Fernández remarcó que, si bien San Juan es el segundo productor nacional de uvas, apenas el 35% se destina a vino, a diferencia de Mendoza que destina el 85%. “Eso nos convierte más en una provincia vitícola (mosto, pasas) que vitivinícola. Hoy hay una relación de casi 10 a 1 entre los vinos que produce Mendoza y los que produce San Juan”, explicó.
Sobre la imagen de los vinos locales, lamentó: “San Juan, por alguna razón, ha ido desapareciendo de las etiquetas. Hay muchos vinos que son sanjuaninos y no dicen que son de la provincia. Tiene mejor percepción para el consumidor Salta e incluso La Rioja que San Juan. Hay etiquetas que han detectado que asociarlo a San Juan no vende; es un tema delicado que hay que trabajar. Pasaron cosas con los vinos sanjuaninos a nivel nacional y eso evidentemente ha impactado”. Frente a eso, apuntan a posicionar valles como Pedernal o Tulum. “Hoy tratamos de construir desde los valles, no desde la provincia”, afirmó.
En cuanto al enoturismo, reconoció que si bien San Juan es la segunda provincia con más bodegas, “no todas están abiertas al turismo, porque eso implica inversión y una oferta de servicios que muchos no saben si podrán recuperar”.
Uno de los temas más sensibles que abordó fue la gestión del agua. Fernández fue tajante: “La escasez de agua es un problema estructural. Hemos tenido históricamente un mal manejo de los diques, que estaban por debajo de su cota de seguridad operativa, lo que generó incluso problemas de provisión de agua potable en Ullum”. Dijo también que Hidráulica es “una repartición abandonada y desatendida, con maquinaria obsoleta y personal desmotivado. Eso genera burocracia que retrasa expedientes e inversiones”.
También destacó el potencial del pistacho, donde San Juan lidera a nivel nacional: “Tenemos entre 6.500 y 7.000 hectáreas implantadas y vamos camino a 9.000. Es un producto con una demanda impresionante a nivel mundial, y asociado a los alimentos saludables. Gran parte irá al mercado externo”.
Finalmente, se mostró optimista con la nueva mirada sobre el agua: “Logramos un salto de calidad en el debate. Ya no hablamos solo de cantidad, sino de gestión. Recuperamos los niveles de seguridad operativa en los diques, cosa que no ocurría hace tres años. El desafío es mejorar la eficiencia en la conducción y distribución, y tecnificar nuestros cultivos”.
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