Fabricar baterías de litio en el país, más cerca de ser una realidad
- 23 de enero, 2018
El Esquiú
Poder aportarle valor agregado a la materia prima tendría un fuerte impacto económico.Con las inversiones de FMC en Antofagasta y LIEX en Tinogasta, el enorme potencial de la producción de litio en Catamarca ocupa desde hace un tiempo el centro de la escena, en lo que a expectativas para el desarrollo provincial se refiere. El tema adquirió tal relevancia que mereció una mención directa del presidente de la Nación en su reciente visita a Catamarca, y para la Provincia es vital, tanto que el año pasado terminó con anuncios de inversiones por sumas que superan -entre los distintos proyectos- los 360 millones de dólares. Hasta aquí, Catamarca se ubicaría como exportadora de litio con ínfimos tratamientos, casi como materia prima, ya que no existen en el país fábricas que puedan aprovecharlo para los usos cuya demanda crece a nivel mundial. Sin embargo, la situación podría modificarse en el país, donde ya se dan los primeros pasos para avanzar en la cadena productiva. Un informe publicado por el matutino La Nación indica que se está ante la posibilidad concreta de contar con una planta industrial propia. Proyecto en marcha Las cuantiosas reservas de litio que subyacen en la Puna pueden convertir a la Argentina en una potencia productora mundial, pero el país todavía está en pañales en cuanto a la industrialización del llamado "mineral del futuro". Aun así, este proceso conocido como "del salar a la batería" ha comenzado a tomar forma con dos proyectos que demandan US$ 60 millones cada uno y que se pondrán en marcha este año. El primero de los proyectos es el de Jujuy Litio SA, una empresa surgida de la asociación entre la provincia de Jujuy (con 60% de la participación) y la compañía italiana Ceri (40%). Se trata de un plan que busca integrar toda la cadena de valor del litio, partiendo desde el carbonato producido por Sales de Jujuy y Exar, dos firmas de las que el Gobierno provincial es socio, con 8,5% de participación en cada una. Juan Carlos Abud, ministro de Desarrollo Económico y Producción de Jujuy y presidente de Jujuy Litio SA, cuenta que primero se va a empezar con el ensamble de baterías de litio, para conocer el mercado. "En una segunda etapa -relata-, vamos a impulsar la fabricación de material activo y celdas. La primera de ellas demanda US$60 millones y el proceso completo, US$120 millones". Jujuy Litio SA se constituyó a fines de diciembre, ahora está terminando el plan de negocios y la pretensión es comenzar a ensamblar en julio de este año. Para eso, según indica Abud, se va a instalar una planta desde cero, en el Parque Industrial de la ciudad jujeña de Perico, que va a tener una producción inicial equivalente a 212 megavatios (suficientes para proveer de baterías a 220 colectivos). "Se generarán 60 empleos directos y 240 indirectos", destaca el funcionario. La idea es impulsar el arranque del plan industrializador con inversión de la provincia, pero con la posterior incorporación de inversiones del sector privado. "Una vez que esté en marcha la planta, vamos a ir cediendo participación a actores privados (ya hay muchos interesados). Pensamos abastecer al mercado argentino, a América Latina y también a Europa (principalmente a Italia)", adelanta Abud. Otra iniciativa El otro proyecto, que intenta agregar valor al litio que abunda en el país, es el de Litarsa (Litio Argentino Sociedad Anónima). Su CEO y fundador, Emiliano Guerrero, comenta que en este momento está en negociaciones por unas tierras en el Parque Industrial San Antonio de los Cobres, en Salta. "De acuerdo a la cantidad y al tipo de baterías que se quieran construir, la inversión demanda entre US$60 y US$120 millones. Nosotros vamos a invertir US$60 millones", afirma. La idea, según relata Guerrero, es vender 40% en el mercado interno y el resto exportarlo (a Chile y a Brasil, principalmente). La batería para automóvil se vende a US$12.000; la batería para la casa, a un precio de entre US$1300 y US$2000, y la de postes de alumbrado público, a US$70 (van siete en cada poste). Ahora bien, ¿qué tipo de baterías se fabricarán en el país? En ese punto, algo está claro: la Argentina no está en condiciones de competir hoy en el mercado de baterías de celulares y tabletas. Porque todas esas plantas ya están instaladas en China, Italia y República Checa y ya tienen contratos a futuro con los desarrolladores de telefonía celular. Además, la fabricación de estas baterías requiere una inversión mucho más grande, según precisan los especialistas en el tema. Entonces, la planta de Jujuy Litio SA y la de Litarsa apuntan a otras tres baterías que están en el mercado: la batería de almacenamiento de energía solar y eólica para una casa (es de muy fácil construcción); la batería para los autos híbridos (es la misma que la batería tradicional, nada más que en lugar de cadmio contiene litio), y la batería que va dentro de los postes de alumbrado público. ¿Y Catamarca? En Catamarca hay proyectos muy avanzados y un yacimiento que produce desde hace dos décadas, lo que permite pensar en otras proyecciones. En medio de este afán por comenzar con la industrialización del litio, Y-TEC (con un 51% de participación de YPF y 49% del Conicet) quiere sumar valor desde el conocimiento para el desarrollo de la industria de baterías de litio en la Argentina. Esta empresa trabaja en el desarrollo de nuevos materiales activos de litio para electrodos, con potencial industrial y el diseño propio de celdas prototipo litio ion. La mira puesta en agregar valor Tipos de baterías Se apuntará a baterías para almacenar energías renovables, las destinadas a autos híbridos y las de postes de alumbrado público. Inversión necesaria Se requiere un desembolso de entre US$60 millones y US$120 millones para una fábrica de baterías de litio. Precios La de autos está a US$12.000; la de almacenamiento de energía renovable, entre US$1300 y US$2000, y la de postes de alumbrado, US$70. Posibles mercados Se proveerá al mercado interno, pero también se exportará a Chile, Brasil e Italia, principalmente.
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