Homenaje póstumo a mineros
- 8 de enero, 2018
El Tribuno
Artículo de Ricardo AlonsoFiguras importantes del quehacer minero argentino nos dejaron en 2017 y aquí las recordamos en un homenaje post mortem. Una de ellas fue el señor Juez de Minas de Salta, Dr. Daniel Enrique Marchetti. Nacido en Córdoba el 18 de mayo de 1957, había cumplido 60 años y se encontraba próximo a su jubilación. La muerte lo sorprendió la noche del 22 de diciembre de 2017. El Dr. Marchetti se había graduado en 1981 como abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. Ese mismo año se trasladó a Salta para asumir como secretario de Instrucción Sumaria (Distrito del Norte, Circunscripción Tartagal). En 1984 fue ascendido a Juez de Instrucción de Segunda Nominación. Luego de casi una década ejerciendo funciones en Tartagal fue nombrado Juez de Minas de Salta, cargo que ocupó por casi 30 años. Fue un hombre solvente y ajustado a derecho en los más complejos temas en los que le tocó actuar. Era un profundo estudioso de las leyes mineras en las cuales se había convertido en un erudito al punto que se lo consultaba en forma permanente desde varias de las provincias argentinas. En tal sentido le tocó actuar como representante de la Provincia de Salta en el componente legal del Consejo Federal de Minería y en el Proyecto de Asistencia al Sector Minero Argentino (PASMA). Su conocimiento del derecho minero lo llevó a trabajar en el Proyecto del Código de Procedimiento Minero Unificado (ley 7141 Provincia de Salta) del cual fue coautor. Todo ello lo fue plasmando en numerosas publicaciones en distintos medios especializados y era además conferencista en diversos congresos de Derecho Minero como representante del Poder Judicial de Salta. Resulta de interés mencionar que la República del Paraguay solicitó su asesoramiento en 2015, como invitado especial de la Organización Internacional de Energía Atómica, para tratar sobre los temas legales concernientes a la prospección, exploración y explotación del uranio. Otra faceta fue la docencia que ejerció en la Universidad Católica de Salta a cargo de la cátedra de Derecho de los Recursos Naturales. Allí supo compartir con otro profesional del Derecho Minero como lo fuera el recordado Dr. Agustín Pérez Alsina. Tampoco podemos dejar de mencionar que entre las múltiples actividades que llevó a cabo estuvieron la de actuar como presidente del Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Salta (2006-2011) y como Secretario de Políticas Judiciales de la Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (2012-2013). Fue además vocal de la Escuela de la Magistratura del Poder Judicial de Salta. El Dr. Marchetti bregaba para que la minería estuviera bajo la órbita del poder judicial en todas las provincias argentinas tal como ocurría en Salta. Su permanencia de casi tres décadas lo llevó a compartir con los secretarios de minería de cada uno de los gobiernos que se sucedieron. Con todos supo mantener un trato profesional y cordial en busca de lograr la mejor calidad en el trámite minero para un avance de la actividad que alentara la generación de mayores inversiones y mayor riqueza para Salta. Tuvo un rol esencial en la defensa de los derechos de Salta sobre el salar del Hombre Muerto. Amigo franco y solidario, respetuoso en el disenso, era una persona querida y querible, tal cual quedó demostrado en el acompañamiento de cientos de personas tanto del ámbito judicial como del mundo minero que se acercaron a brindar las sentidas condolencias a su familia. Nivaldo Rojas Nivaldo Rojas fue otra de las destacadas figuras del mundo minero que nos dejaron en 2017. Había nacido en Chile donde estudió Ingeniería de Minas y Geología en la Universidad de Atacama pero en la década de 1980 se radicó en Argentina, primero en Salta y más tarde en Mendoza. Fue uno de los mayores conocedores del potencial minero argentino gracias a sus recorridos por la cordillera en todas direcciones y durante más de tres décadas. Nivaldo Rojas ganó fama internacional como uno de los descubridores de la famosa mina La Escondida en Chile. Por ese hallazgo recibió en 1995 el premio "Excellence in Exploration Award" de la empresa australiana BHP. Tuvo también un rol clave en el descubrimiento de Taca Taca y Diablillos en Salta y de Agua Rica en Catamarca. Su especialidad eran los depósitos tipo pórfido de cobre y los epitermales de metales preciosos. Ayudó a explorar y a conocer mejor los modelos de yacimientos y las reservas de varios depósitos cordilleranos en el norte argentino, La Rioja, San Juan y Mendoza. Casi no había yacimiento o depósito mineral en el país que Nivaldo no lo haya visitado y haya hecho algún descubrimiento con su ojo avizor. Fue el fundador del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA). Durante las últimas décadas tuvo a su cargo la organización de Argentina Mining, primero en Mendoza y en los últimos años en el Centro de Convenciones de Salta. Nivaldo Rojas era un hombre de consulta de compañías y gobiernos en el área de la minería. Fue miembro del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCH) y del Australasian Institute of Mining and Metallurgy (AusIMM). Nivaldo era una persona afable, de trato cordial y muy respetuoso, con las características de sencillez, humildad y bonhomía que tienen los grandes. Otro titán de la actividad minera que nos dejó en 2017 fue don Enrique González. González nació en Bolivia donde aprendió minería en las venas argentíferas del Potosí. De muy joven, allá por la década de 1950, vino a trabajar en la mina Aguilar de Jujuy, donde abrazó el sindicalismo. Siempre se capacitó e hizo cursos y estudios cuando era sindicalista de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA). Peleaba por el obrero pero no atacaba a la patronal, para que ella creciera, porque así daba trabajo y mejor calidad de vida tal como mencionaron algunos de sus biógrafos. Ya en Buenos Aires fue el creador y fundador de la revista Panorama Minero en 1976. Enrique era incansable. Participaba de todos los eventos mineros de países limítrofes y también de Canadá, entre ellos el clásico PDAC en Toronto. A su vez fue un gran organizador de ferias, conferencias, seminarios y exposiciones mineras a lo largo y ancho de la Argentina. Fue un pionero del periodismo minero argentino en tiempos en que no existía lo digital y él, munido de su vieja máquina de escribir Remington, visitaba yacimientos perdidos en los remotos rincones del país para escribir sus notas y plasmar en fotografías las actividades que allí se realizaban. También estaba interesado en los aspectos relacionados con las comunidades y la sustentabilidad, tema caro a sus orígenes, y por ello creó FUNDAMIN, una fundación que velaba por esas cuestiones y a la cual invitó a participar a las más prestigiosas figuras del derecho minero y demás profesionales de la minería. Abordó a la minería como factor de desarrollo transformacional para el bienestar de los pueblos a través de la puesta en valor de los recursos del subsuelo. Organizaba todos los años la noche de las distinciones donde se premiaban a los profesionales, empresarios e innovadores del mundo de la minería. Su obra la continúa su hija Celeste González, quien tuvo en su padre al gran maestro de la historia del mundo de los socavones. Las ricas biografías de estos hombres que nos dejaron en 2017 son un faro luminoso y un verdadero ejemplo para las generaciones futuras.
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