Mendoza: Con la DIA aprobada, ¿Cuándo empezará la minera San Jorge a explotar la cordillera de Uspallata?
- 10 de diciembre, 2025
El aval legislativo allanó en camino institucional para la minería de San Jorge. Ahora, Cornejo está habilitado a firmar la habilitación cuando lo disponga.
Por Javier Polvani
El gobernador Alfredo Cornejo quedó habilitado para promulgar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de San Jorge. Esa promulgación es la llave final del proceso administrativo que habilita las operaciones mineras en Uspallata. Sin embargo, la rúbrica no implica automáticamente que las máquinas comiencen a trabajar en el yacimiento. El camino hacia la explotación es más largo y complejo.
La mina San Jorge, ubicada a unos 37 kilómetros al norte de Uspallata y a más de 90 kilómetros de la Ciudad de Mendoza, se encuentra en una etapa decisiva. La sanción legislativa despeja un obstáculo histórico, pero no garantiza por sí sola la puesta en marcha del proyecto.
Una de los desafíos en el horizonte de la minera es la obtención del financiemiento para la operación del proyecto, estimada en algo menos de 600 millones de dólares. Para mejorar su posición frente al capital financiero, la minera necesita la incorporación del proyecto San Jorge al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), por el cual las empresas se benefician pagando menos impuestos y gozando de libertad para disponer de la renta.
El presidente de la UIA, dueño de San Jorge
La minera San Jorge es propiedad de una sociedad entre la gigante suiza Solway Investment Group, GmbH (Zonda Metals GmbH, en Mendoza) y el Grupo Alberdi, comandado por Martín Rappallini, presidente de la influyente Unión Industrial Argentina. La participación del grupo de Rapallini es clave para la operación de la sociedad en la arena política, el ámbito más complejo que enfrentan las multinacionales que buscan negocios en los recursos naturales no renovables de la Argentina.
La sanción de la DIA le allanó a la operadora la vía institucional, puesto que los trámites que le restan concretar están aislados del escrutinio público. El último retén institucional contra el desarrollo minero era la Legislatura. Se terminó de abrir con la sanción de la DIA en el Senado este martes.
Los responsables de la operación comercial deberán sortear instancias técnicas y legales que resultan indispensables. Entre ellas, la fase de factibilidad del proyecto, que incluye estudios que permiten obtener una caracterización más detallada de la calidad mineralógica y de la cantidad exacta de recursos disponibles en el yacimiento. Sin esa precisión, no es posible diseñar la ingeniería definitiva ni proyectar la planificación económica con rigor.
La factibilidad es, en definitiva, el paso que convierte una iniciativa en un proyecto viable. Sin ella, la explotación minera carece de sustento técnico y financiero.
El desafío del financiamiento
Otro punto crucial es la reunión de fondos. El extractivismo, como regla general, opera con capital de terceros. La magnitud de la inversión que demanda San Jorge obliga a la empresa operadora a asegurar financiamiento externo. Sin ese respaldo, la construcción de la mina y la puesta en marcha de la explotación resultan inviables.
En este contexto, el ingreso al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) aparece como un requisito estratégico. La adhesión al RIGI permitiría garantizar la viabilidad económica a largo plazo, ofreciendo condiciones fiscales y de estabilidad que resultan atractivas para los inversores internacionales. La combinación de factibilidad técnica y adhesión al RIGI será, según los especialistas, el verdadero punto de inflexión para el futuro de San Jorge.
La promulgación de la DIA por parte del gobernador Cornejo no es un gesto menor. Representa la culminación de un proceso legislativo que durante años estuvo trabado por debates ambientales y sociales. Sin embargo, la decisión política no alcanza para transformar el proyecto en explotación concreta. La provincia de Mendoza, que históricamente ha mantenido una relación ambivalente con la minería, observa con atención cada paso.
La tensión entre desarrollo económico y preservación ambiental sigue presente. La DIA establece condiciones y controles, pero la ejecución práctica dependerá de la capacidad de la empresa para cumplir con los estándares exigidos y de la vigilancia estatal para garantizar que se respeten.
El horizonte inmediato
En síntesis, lo que falta para que San Jorge se convierta en una mina en operación es un conjunto de pasos concatenados:
La promulgación de la DIA por parte del gobernador.
La culminación de la fase de factibilidad, con estudios de precisión sobre el yacimiento.
La obtención de financiamiento externo, probablemente a través de la adhesión al RIGI.
La definición de la ingeniería y planificación económica final.
Solo cuando estas piezas estén alineadas podrá iniciarse la construcción y posterior explotación del yacimiento.
Expectativa y cautela
El horizonte para San Jorge es, al mismo tiempo, prometedor y desafiante. La sanción legislativa marca un avance significativo, pero la explotación minera en Uspallata aún depende de factores que exceden la voluntad política. La ingeniería, la economía y la confianza de los inversores serán los verdaderos jueces del futuro del proyecto.
Mientras tanto, la provincia de Mendoza se mantiene en vilo. San Jorge puede convertirse en un hito de desarrollo minero o en un nuevo capítulo de expectativas incumplidas. El desenlace dependerá de la capacidad de conjugar técnica, financiamiento y política en un mismo rumbo.
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