Peronismo y minería: regalando banderas, por Claudio Scaletta
- 12 de diciembre, 2025
Entre las desventuras de los últimos gobiernos peronistas se destacan los estragos del virus del falso ecologismo.
Algunos hechos sintetizan el panorama. Uno con mucha repercusión fue el affaire de las granjas de cerdos chinas, una oportunidad de inversión llave en mano que habría multiplicado la producción porcina local con destino a la exportación y que cayó víctima de la geopolítica y de la estupidez de algunos funcionarios de primera línea del gobierno del Frente de Todos. La heterogeneidad de los oponentes fue una muestra palmaria de mixtura entre buenismo y el poder de la Embajada.
Otro hecho llamativo fue el freno a la salmonicultura en Tierra del Fuego apoyada por el Ministerio de Ambiente frentetodista, que abortó una alternativa de diversificación productiva para la súper subsidiada isla. Como dato de color en la misma región se destacó también que, en Ushuaia, la cuna de la “industria electrónica nacional”, el consejo deliberante prohibió las antenas 5G. Creer o reventar.
En realidad, nada debería extrañar, Río Negro, la provincia del INVAP, que entre otros muchos productos exporta reactores nucleares, y el instituto Balseiro, donde se forman físicos e ingenieros nucleares de excelencia, votó durante el gobierno de Mauricio Macri, con el apoyo unánime del peronismo local y de ATE, una legislación antinuclear que prohibía la instalación de una central en el territorio provincial.
Otro ejemplo fue el del trigo resistente al estrés hídrico desarrollado por el Conicet, con un rol central de la bióloga Raquel Chan (merecedora de un premio Nobel), y con el posterior refuerzo financiero y comercial de la biotecnológica Bioceres, que también fue receptor del firme rechazo del ala palermitana del peronismo, la misma que hoy se rasga las vestiduras por el desfinanciamiento libertario de la ciencia ¿Se acuerdan de la terrible amenaza del “glifusinato de amonio”?
Pero aunque la suma de estos hechos es llamativa, seguramente la peor herencia del falso ambientalismo al interior del Peronismo fue el discurso antiminero. El caso de Chubut tuvo repercusión nacional, no solo porque los fanatizados falsos ambientalistas apedrearon al presidente Alberto Fernández en Lago Puelo, sino porque al poco tiempo incendiaron la legislatura provincial que intentaba aprobar la explotación de uno de los principales yacimientos de plata del país, el de cerro Navidad, en la desértica meseta norte de la provincia, alejada de cualquier desarrollo alternativo, y alejada también del menor contacto con la cuenca hídrica del río Chubut. El potencial productivo del proyecto Navidad, al que renunció una provincia a la que se le complicaba abonar salarios públicos, era mil millonario en dólares. Pero si alguien destacaba la oportunidad, automáticamente se lo consideraba financiado por “la megaminería, Pan American Silver y la Barrick”.
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