Recuperación verde impulsará demandas y oportunidades en la minería

La transición hacia una economía baja en carbono ofrecerá importantes oportunidades para las empresas mineras que operan en Latinoamérica en los próximos años, concuerdan diversos analistas.

 

Pero solo las compañías que demuestren prácticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) positivas obtendrán beneficios, advirtieron los expertos.

Los criterios ESG han escalado rápidamente hasta la cima de la agenda minera debido a la creciente atención que prestan gobiernos e inversionistas a nivel mundial en los objetivos del cambio climático.

Esto se ha visto agravado por la meta de una recuperación económica "verde" tras la pandemia.

“La gente quiere que cualquier forma de estímulo que aliente la economía a recuperarse tras la crisis del COVID-19 sea ecológica, porque creen que así se pueden alcanzar dos propósitos de una sola vez”, dijo Jumana Salaheen, economista jefe de la consultora londinense especializada en minería y metales CRU, en el marco de la convención anual de la Asociación de Prospectores y Desarrolladores de Canadá (PDAC).

"Tanto el COVID-19 como las inquietudes climáticas pueden satisfacerse si se cuenta con un estímulo ecológico", añadió.

RESPUESTA DE LA INDUSTRIA

En muchos casos, la industria minera ha reaccionado rápidamente al panorama global.

Importantes productores en América Latina como Newmont y BHP establecieron objetivos de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI), ajustados al Acuerdo de París.

La naturaleza de los anuncios de la industria también ha cambiado.

“Anteriormente [las compañías mineras] anunciaban descubrimientos de exploración. Ahora anuncian consorcios para camiones eléctricos mineros. Así ha cambiado la industria”, explicó a BNamericas Colin Hamilton, analista de materias primas de BMO Capital Markets.

OPORTUNIDADES MINERAS

Además de la mayor demanda de modificaciones a las prácticas ESG, la revolución verde ofrece oportunidades para las mineras que operan en Latinoamérica.

"El COVID-19, la geopolítica y las inquietudes climáticas significan que existe un consenso cada vez mayor de que la década de 2020 será una en la que las políticas cambiarán para pasar de una economía de alto contenido de carbono a una de bajo contenido de carbono", según Salaheen.

"Durante esa transición de alto a bajo en carbono, habrá una necesidad de más metales, metales del futuro, metales verdes o tecnológicos".

Estos incluyen metales de los que los países latinoamericanos son dominantes o importantes productores, como el cobre, la plata, el litio, el níquel y el acero.

Chile y Perú son los principales productores de cobre del mundo, y este último con México ocupan los primeros lugares en el caso de la plata.

También se espera que Chile y Argentina se conviertan en productores clave de litio, cuya demanda debiera incrementarse impulsada por la creciente producción de vehículos eléctricos en los próximos años.

“Esa transición [baja en carbono] también ofrece muchas oportunidades para las mineras”, agregó Salaheen.

“Para obtener esas oportunidades se necesita financiación, y las finanzas favorecen a las compañías ecológicas. La oportunidad está ahí, disponible, pero fluye hacia las mineras que pueden catalogarse como de bajo impacto ambiental. Esas son las compañías que llevan las de ganar", advirtió.

Hamilton replicó la perspectiva.

“Con el impulso de los fondos sustentables que hemos visto en el transcurso de este año, particularmente aquellos de cobre, plata o uranio, o commodities que trabajan hacia un mundo sin carbono, las mineras saben que tienen que cumplir con los criterios de ESG”, afirmó el analista de BMO.

La industria de la gestión de activos sabe que tiene un papel que desempeñar para avanzar hacia un mundo con menos emisiones de carbono.

Las crecientes demandas de un mejor desempeño en cuanto a las prácticas de ESG por parte de los inversionistas más jóvenes son otro factor.

“Ese es el motor: hacer que que el cliente desea”, puntualizó Hamilton.

MASA CRÍTICA

Los avances tecnológicos también están impulsando la agenda verde.

"Estamos en un punto en el que se está produciendo una masa crítica en torno a la tecnología", dijo Hamilton.

Esto incluye el desarrollo de nueva tecnología minera, como camiones eléctricos, así como la caída del costo de las energías renovables.

“Muchas mineras analizan intensificar sus objetivos renovables y esto se debe al hecho de que la energía solar ahora puede competir al nivel de los combustibles fósiles. Los inversionistas están felices de que las empresas gasten dinero en esa área. Eso se ve como un buen enfoque del gasto de capital en lugar de tal vez incluso construir una nueva mina", manifestó el analista.

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