El Consejo Superior los rechazó hace 10 años. Pero, por ley, igual se los enviaron. Ahora tienen 15 millones depositados en plazo fijo y los estudiantes piden darles un fin productivo.
Por su "impacto ambiental y en la soberanía nacional", la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) fue la primera en rechazar la "megaminería" y los fondos de La Alumbrera para universidades, en el 2009.
Pero las regalías de la explotación de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) en Catamarca, llegaron de todos modos a la UNRC, porque así lo dispone la ley nacional 14.771. El dinero quedó entonces en una cuenta bancaria de la universidad. El año pasado, el Consejo Superior decidió convertirlo en un plazo fijo, para que no se desvalorizara, y hoy, con intereses, suma unos 15 millones.
Diversos sectores piden darle "un destino productivo" a esos fondos mineros. Este martes, un grupo de consejeros estudiantiles propuso que se utilicen para ampliar el jardín maternal Rayito de Sol, al que concurren los hijos de los alumnos, cuando estos están en clases.
El Consejo Superior envió la nota estudiantil a la Comisión de Presupuesto, que está receptando todas las propuestas, hasta tanto se dé el debate decisivo por los controvertidos recursos.
El vicerrector Jorge González aclaró que el Consejo Superior, primero, deberá decidir si utiliza o no esos fondos. Después, si hay acuerdo, deberá cumplir con la formalidad de incorporarlos al presupuesto de la Universidad para poder darles un destino.
Investigaciones ambientales
El año pasado, el cuerpo colegiado dispuso depositar los fondos mineros de la Universidad en un plazo fijo, para evitar que sigan perdiendo valor frente a los índices inflacionarios.
Hay otra propuesta para utilizar esos recursos en alguna iniciativa que contribuya a "paliar los daños que pueda producir la megaminería". Por ejemplo, con el financiamiento de proyectos de investigación orientados a fines ambientales.
Según informó oportunamente el secretario económico de la UNRC, José Luis Tobares, el dinero recibido corresponde a tres remesas. Una, de febrero de 2009, por un millón 237 mil 786 pesos; otra, de noviembre de 2010, por 872 mil 766 pesos, y la última, de diciembre de 2016 por ocho millones 137 mil 139 pesos. Ahora, con intereses, el fondo llegaría a los 15 millones
Diario La Voz