Sube más que el dólar: una inversión clásica rompe récords en tiempos de pandemia
- 1 de julio, 2020
La inversión estrella del momento marcó su desempeño más alto desde noviembre de 2011. Por qué el contexto la favorece frente a otras opciones En un momento de máxima incertidumbre global y de desplome de muchos negocios, hay una alternativa clásica que gana cada vez más la atención de los inversores: se trata del oro, una alternativa de resguardo de valor
La inversión estrella del momento marcó su desempeño más alto desde noviembre de 2011. Por qué el contexto la favorece frente a otras opciones
En un momento de máxima incertidumbre global y de desplome de muchos negocios, hay una alternativa clásica que gana cada vez más la atención de los inversores: se trata del oro, una alternativa de resguardo de valor con larga historia (y muchas crisis superadas).
De hecho, los futuros del oro subieron este martes por encima de los 1.800 dólares la onza, por primera vez en más de ocho años, debido a la tensión geopolítica y el resurgimiento de los casos de coronavirus impulsan la demanda del metal como refugio, mientras que el precio del petróleo retrocedió levemente ante el recrudecimiento de tensiones entre EEUU y China.
Los lingotes para entrega en agosto subieron hasta un 1,3% al llega a 1.804 dólares por onza el martes en el Comex en Nueva York, el más alto para un contrato más activo desde noviembre de 2011. El metal registró su mejor trimestre en cuatro años, según consignó la agencia Bloomberg.
Con los casos de coronavirus superando los 10 millones y aún creciendo, los inversores se están quedando con el oro para obtener un seguro contra nuevas consecuencias económicas. Un nuevo capítulo en las fricciones comerciales entre Estados Unidos y China también está prestando apoyo al metal.
Los futuros de agosto cerraron en 1.800,50 la onza, con una ganancia de 1,1%. Los precios han avanzado durante tres sesiones consecutivas. El oro tocó máximos históricos en septiembre de 2011, con futuros que llegaron a 1.923,70 dólares.
¿Cuánto más puede trepar el precio del oro?
En su último reporte, Goldman Sachs revisó al alza sus previsiones sobre el crecimiento del precio del oro al situar en el horizonte una posible devaluación del dólar y la incertidumbre económica causada por la pandemia. Así, el valor de la onza podría marcar un récord no registrado en medio siglo.
De esta manera, uno de los mayores bancos de inversión del mundo elevó su pronóstico sobre los precios del oro para los próximos tres, seis y 12 meses a 1.800, 1.900 y 2.000 dólares por onza, que previamente habían sido estimados en 1.600, 1.650 y 1.800 dólares respectivamente.
Los analistas del banco destacan que los temores sobre una posible devaluación de la moneda estadounidense seguirán siendo el motor clave de los precios del oro en el periodo postcrisis. De cumplirse este pronóstico, el precio del oro podría romper un récord no registrado en más de medio siglo.
Un dólar más débil aumentará el poder adquisitivo de los principales consumidores de oro en los mercados emergentes, mientras que los Estados seguirán levantando paulatinamente las restricciones impuestas a causa de la expansión del coronavirus, recalcaron en el banco. Sin embargo, ahora no está claro qué niveles alcanzará la inflación a medida que la economía global intenta recuperarse del golpe y se da una respuesta política sin precedentes.
"Para que los precios del oro superen sustancialmente los 2.000 dólares, la inflación debería moverse por encima del objetivo de la Reserva Federal del 2%", advirtieron los analistas de Goldman Sachs en una nota citada por la agencia Reuters.
Durante los primeros seis meses del 2020, los precios spot de este metal precioso ?pactados para transacciones inmediatas? han subido casi un 14%, impulsados ??por las medidas sin precedentes que adoptó el banco central de EEUU para proteger la economía del país contra los impactos del coronavirus. El 19 de junio del 2020 estos precios rondaron los 1.730 dólares por onza.
En mayo, el presidente de la minera sudafricana Anglo Gold, Kelvin Dushnisky, también había estimado que el precio del oro podía superar los 2.000 dólares, debido a que "los programas de expansión cuantitativa que se están poniendo en marcha, la posibilidad de que los tipos de interés permanezcan en niveles bajos durante más tiempo y la conjunción de todos estos factores, pienso que es muy posible que el oro llegue a ese nivel. No sería ninguna sorpresa", afirmó.
El experto internacional Claudio Grass, también había sostenido que la inversión en metales preciosos son un reaseguro.
Grass señaló que "los metales preciosos en forma física son tu protección personal, tu pensión de jubilación, tu seguro frente a la pérdida de poder adquisitivo. El sistema actual se está desmoronando y, con él, todas las promesas de los gobiernos. Así que es momento de asumir responsabilidades de forma personal para protegerte a ti mismo y a tus seres queridos".
Elsztain también habló del oro
Eduardo Elsztain, uno de los principales empresarios del país y dueño de la desarrolladora inmobiliaria Irsa, hizo una recomendación para quienes quieren preservar el valor de sus ahorros. Para ellos, aconsejó invertir en uno de los activos más tradicionales: el oro.
Si bien durante abril, el primer mes completo de la pandemia, fueron otras las opciones del mercado en las que se invirtió, Elsztain presentó un documendo al que denominó "Capítulo Tres (de la crisis más desafiante de nuestras vidas)", en donde analiza cómo está la economía global en el marco de la pandemia, y además aconseja acudir al metal precioso para ahorrar dinero.
"El manual de supervivencia económica de la Argentina dice que, en este contexto de déficit fiscales épicos más el endeudamiento más alto de la historia, más la emisión monetaria a niveles nunca vistos, más la depresión económica, cualquier persona con ahorros grandes o pequeños, debería redireccionar una parte significativa de esa liquidez a la única moneda que no puede ser impresa: el oro", aconseja Elsztain.
El empresario sostiene que "esta alternativa, hasta hace no mucho, era considerada sólo por un pequeño grupo de 'fanáticos del oro', pero cada vez más está creciendo como una corriente de pensamiento entre los bancos de Wall Street e inversores institucionales".
Y advierte: "Por esta razón, creo que debemos prepararnos para un nuevo paradigma en la economía mundial".
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