Chubut/De puño y letra: La minería y el «gataflorismo» versión Chubut
- 9 de noviembre, 2020
La clase política, gremial, empresaria, pedía que fuese el gobernador Arcioni el que empujase la minería. Cuando lo hizo, casi se la ponen de sombrero. El Gobierno nacional los empezó a poner «en línea». Todos conocemos... ...el cuento argentino de la «Gata Flora». Ciertamente fálico, pero certero. El «gataflorismo» forma parte del ser nacional. Nada nos viene bien. Y peor aun c
La clase política, gremial, empresaria, pedía que fuese el gobernador Arcioni el que empujase la minería. Cuando lo hizo, casi se la ponen de sombrero. El Gobierno nacional los empezó a poner «en línea».
Todos conocemos...
...el cuento argentino de la «Gata Flora». Ciertamente fálico, pero certero. El «gataflorismo» forma parte del ser nacional. Nada nos viene bien. Y peor aun cuando la política interviene con sus propios intereses. Más preciso, con los intereses de los dirigentes.
Desde que Mariano Arcioni es gobernador hace ya más de tres años entre el cierre de la «era Das Neves» y su propio mandato, se habla de reinstalar el debate sobre la minería en Chubut. Como se sabe, nuestra provincia y la provincia de Mendoza, ricas en minerales exportables capaces de generar trabajo, son las únicas que tienen vigentes leyes absolutamente restrictivas de la minería metalífera en gran escala. Lo de la escalabilidad no es peyorativo. Es un juicio de valor respecto del peso económico que puede tener la minería en un pueblo que necesita trabajo.
Es necesario el contexto. El Gobierno nacional en cabeza del presidente Alberto Fernández, del ministro de la Producción Matías Kulfas, y del secretario de Minería de la Nación Alberto Hensel -un sanjuanino con experiencia minera de largo alcance- intenta llevar adelante un plan estratégico minero nacional, donde Chubut tiene un rol importante. Como se sabe, del riquísimo yacimiento Navidad hasta los cateos menos ambiciosos, en esta provincia la explotación minera está parada. En una reunión nacional la semana pasada, en la que estuvo el gobernador Arcioni, fue puesta en valor la potencialidad minera en Chubut. El paso que dio el gobierno provincial, aun admitiendo algún pecado de inocencia en la comunicación, fue blanquear lo que se venía conversando desde hace meses con actores políticos, gremiales, empresarios y mediáticos. Les faltó alguna reunión con youtubers o influencers jóvenes. Porque los demás, estuvieron todos.
No hay en el arco politico...
...chubutense salvo la ultra izquierda y el ambientalismo extremo, que suele involucrarse en actividades ecoterroristas y vandálicas, una oposición cerrada a la minería. Al contrario. No hay quien diga «Sí». El problema es que lo que hace la mayoría es decirle al gobierno «Armémonos... y vayan ustedes». Y el gobierno fue. Las repercusiones fueron sinceramente penosas.
Desde el supuesto oficialismo a la oposición pasando por todas las variantes, el declaracionismo se fue acomodando a una circunstancia doble. En primer término, la discusión política y las conveniencias personales de cada quien. Entre los referentes, están los que buscan o una senaduría, o ser gobernador de Chubut, o conseguir algún otro tipo de ventajas, o acomodarse para los años por venir. ¿Por qué le daría la minería a Arcioni alguien que puede gobernar Chubut en dos años?
Priman el egoísmo, y el gataflorismo provincial. No hay muchas explicaciones más.
Arcioni venia llevando...
...en silencio pero no en secreto, una serie de reuniones con cámaras empresarias, partidos políticos, algunos legisladores, sindicatos, intendentes, en las que se hablaba de la minería, de presentar cuanto antes el proyecto de zonificación minera que la anacrónica ley 5001 permite, y se analizaban las posibilidades de trabajo en una provincia que necesita ampliar su matriz productiva lo más pronto que se pueda, antes que la pobreza ya cercana al 40% en algunos lugares del territorio siga avanzando. Un buen resumen de esto es que en unos pocos años, todos seremos la meseta chubutense. Pueblos áridos de oportunidades laborales donde los jóvenes se van y los viejos mueren de tristeza tan pobres como siempre.
Sin embargo, en el momento en que el debate se pone a la luz, todos retroceden en mayor o menor medida.
Conviene además tamizar la información. Qué cosas están sucediendo alrededor del debate minero en Chubut, luego que el gobierno informase -por sorpresa, esto es cierto- que avanzará en un marco regulatorio para la actividad en nuestra provincia.
Las diferencias politicas...
...serán insalvables en un esquema un tanto tortuoso, tóxico, en el que los que dicen querer la minería (en privado) y reniegan en público, y los que se oponen aún a piedrazos, son todos funcionales al pobrismo y el atraso. Conviene prestar atención a las palabras del intendente de Comodoro Juan Pablo Luque. No hay ciudad en Chubut más extractiva que nuestra cabecera del sur. Luque dijo que debe debatirse el tema minero para buscar «consensos» y que las opiniones de los intendentes deben ser determinantes. También dijo estar en contra de la «mega minería que contamina» y del «cianuro» y «en defensa del agua». Es que nadie puede estar a favor de la contaminación. Las discusiones se mezclan con muchas intenciones particulares como telón de fondo. Comodoro no sería la ciudad que es sin petróleo. De paso, a casi ningún comodorense se le habría ocurrido ni en el siglo pasado ni en este, que había que pedir permiso para desarrollar una matriz productiva como el petróleo.
El jefe comodorense tiene un gran ascenso sobre los diputados del bloque del PJ, que aprovecharon la función trasnoche del sábado para emitir un comunicado furibundo antiminero, tomando el lema incluso del «Mee too» y de las campañas contra la violencia de género, con aquello del «No es No...». Tiraron nafta al fuego con exageraciones mayúsculas, cuando aquí lo que hay que tener es un debate científico, técnico, económico y ambiental. Es decir, un debate «normal» que cualquier sociedad haría respecto de su matriz productiva.
La posición peronista, dicen que muy «conversada» y «manijeada» por diputados tales como Rafael Williams o Carlos Mantegna (Frente de Todos), no sería unánime en el peronismo. También es cierto que algunos recibieron aprietes y visitas indeseables. Pero no es posible que una política de Estado sea rehén de un grupo de cien, doscientos, o dos mil violentos, muchos de los cuales ni siquiera viven en Chubut.
La vacuna que necesitan algunos de nuestros políticos no es la rusa ni la de Oxford-AstraZeneca. Necesitan una inyección de ánimo.
Como sea, el debate va a seguir...
...adelante con efectos colaterales hacia el frente del oficialismo. La desazón de Arcioni con sus ya confirmados ex compañeros de ruta Ricardo Sastre y Adrián Maderna no tiene medida posible. El vicegobernador dijo hace poco que «se debe dar un debate sensato pero no entre gallos y medianoche» sobre la minería. Ha ido variando su posición desde el «No es no...». Aun así Arcioni no siente apoyo de su vicegobernador en el debate minero. Tampoco de Adrián Maderna, quien ha ido y vuelto con la discusión de la minería.
La oposición radical, que suele ser (de hecho lo fueron) razonables cuando tratan de ayudar a la institucionalidad y al sostenimiento del gobierno en momentos de extrema dificultad, va a tomar distancia. Una fuente partidaria explicó que «...las condiciones para tratar un tema tan sensible como éste no están dadas, especialmente por la impericia del gobierno de resolver cuestiones menores, por ejemplo, no han logrado en casi tres años cobrar el Fondo Ambiental Provincial, pareciera que está esperando un fallo judicial a favor de las empresas, que los libere a los empresarios de la responsabilidad de pagar... y al gobierno, de la responsabilidad de cobrarlo...». El control siempre es el debate central de la minería. Pero en la mayor parte del mundo se puede. Incluso en provincias argentinas. No se entiende por qué aquí se plantean tantas dificultades. ¿No hay organizaciones ambientales, un ministerio, ONG?s, colegios profesionales? ¿Universidades? Entidades de control hay de sobra. Lo que falta es voluntad política, no sólo en la oposición que especula con sus necesidades electorales, sino también en cierta clase empresarial, industrial y comercial, que pide trabajo porque lo necesita, que busca alinearse con el desarrollo, pero al final del día se preocupa por su vidriera.
El problema del peronismo...
...que viene liderando la oposición a la minería en Chubut, en línea con los «apretadores» del eco terrorismo, es que van a contrapelo de un gobierno nacional que quiere explotar razonablemente la minería.
Ayer, trascendió que el propio ministro de producción de la Nación Matías Kulfas, habría montado en cólera cuando se enteró del comunicado antiminero del bloque del Frente de Todos, distribuido por varios legisladores en las redes sociales. De hecho, el ministro en persona se estaba encargando desde el sábado de hacer llamados telefónicos para alinear a los díscolos, y llamarles al orden.
Más información útil: Mariano Arcioni está decidido a avanzar con el proyecto de zonificación minera, que habilitará a hacer minería en la meseta y a crear áreas de servicios en varias ciudades, entre ellas Trelew y Madryn. De hecho, el 27 de octubre, el ministro de ambiente Eduardo Arzani envió a bloques legislativos una nota pidiendo que designen a un representante para formar el Consejo Provincial de Ambiente, una institución pensada para regulaciones, especialmente minería, y que es un par de meses previa a la 5001. Nadie que haya recibido esa nota debería darse por «sorprendido», por el hecho de que el gobierno nacional y el provincial hayan tomado la iniciativa de avanzar con el debate.
Arcioni va a seguir adelante. Política y personalmente el gobernador no tiene mucho que perder. No tiene reelección ni ambiciones políticas. Comodorense, además, cree sinceramente que la minería es una vía de solución a los dramas económicos de la provincia. Sí va a tomar recaudos. El proyecto que enviará a la legislatura esta semana o la próxima no sería sólo para la zonificación. Sino que prohibiría estrictamente el cianuro como método de lixiviación del oro. Ello no es impedimento. En Australia usan ácido cítrico sintético para hacerlo, sólo porque exprimir toneladas de naranjas por día no sería muy económico.
Luego de las primeras reacciones, hay que esperar a ver si los referentes principales de la política, las empresas y los gremios aportan claridad, en lugar de confusión, o especulaciones políticas. Y hay que estar atentos, porque hay una convocatoria a una movilización a la Legislatura el martes. Hay que esquivar, aislar y denunciar a los violentos.
La ley 5001 de Chubut, parida bajo presión, tiene 17 años. En términos industriales, ambientales, científicos y técnicos, es una eternidad. Hace 17 años internet estaba en pañales. No existían las redes sociales, ni las comunicaciones virtuales. Las empresas más importantes del mundo tienen conciencia ambiental y social, porque así además desgravan impuestos. Hoy, Elon Musk, una suerte de Da Vinci de este siglo, piensa en desarrollar ciudades en Marte. Y ya hay homologado un modelo de auto volador. Pero aquí, estamos discutiendo cómo sacar oro y cobre sin envenenarnos, porque nos han metido terror durante tres lustros.
Bienvenida la discusión sin miedo. Y razonable. Nadie quiere envenenar el agua de nadie. Pero morirse de pobreza, es una auténtica e imperdonable estupidez.
El Chubut