La conjunción de esfuerzos para facilitar las inversiones locales en cobre y minerales críticos, por Hernán Vera
- 9 de mayo, 2022
Una necesidad para el desarrollo nacional de largo plazo
Este mes Goldman Sachs pronosticó que el cobre alcanzaría un nuevo máximo histórico en 2022 por la caída brusca de los inventarios, lo que va a aumentar el déficit en casi 400kt este año. A eso hay que sumarle el papel del commodity en la descarbonización y reemplazo del petróleo por fuentes de energía renovables.
Además de Goldman Sachs, la opinión mayoritaria del mercado es que la oferta, en su tamaño actual, no estará preparada para satisfacer una demanda cada vez más creciente.
Es que el cobre, es posiblemente el metal más importante para la transición energética. Durante la última década, la demanda del metal ha aumentado a partir de las exigencias gubernamentales para la inclusión agresiva de vehículos eléctricos en el transporte, para el despliegue de fuentes de energía renovable y para la inversión en la infraestructura verde. A pesar de lo anterior, la oferta no ha aumentado, de hecho, la subinversión en exploración de cobre ha ocasionado un crecimiento apenas modesto en la cartera global de proyectos.
La recuperación de la (escaza) exploración:
Se ha estimado que actualmente el rango de precios que alienta al desarrollo de nuevos proyectos de cobre oscila entre los us$7.000 - 8.000/tn. El precio promedio que hubo entre 2010 y 2020 fue de unos 6.500 dólares por tonelada lo que justifica la escasez de la inversión en exploración. Pero además, el contexto de incertidumbre global (volatilidad de bolsas, disputa USA-China, Brexit, guerra de monedas, adhesión a las medidas contra el calentamiento global, etc) hizo que pocas empresas mineras importantes realizaran inversiones para aumentar sus reservas o para adquirir activos operativos de cobre para garantizar la sostenibilidad de largo plazo.
Pero súbitamente en los últimos años al salir de la pandemia y la visión compartida de un mundo más verde, la demanda sólida y la tendencia alcista de los precios del cobre comenzó a alentar fuertemente a las empresas mineras para que realicen una exploración más agresiva.
Por eso es por lo que la tendencia a la exploración está comenzando a cambiar, ahora se busca con mucha determinación el incrementar la producción de las minas en operación y aumentar el stock de reservas. Por aumentar sus reservas y su producción las compañías mineras mas grandes están inclusive desarrollando las costosas minas subterráneas y también reenfocándose en iniciativas socio ambientales para recuperar recursos mineros en regiones de sensibilidad social.
Pero lamentablemente no es tan fácil encontrar nuevos depósitos de calidad que sustituyan a los antiguos grandes agotados o en vías de agotamiento. Hacerlo tomara bastante tiempo y mucho dinero en exploración
El Crecimiento de la Demanda:
La transición energética está impulsando la demanda de cobre en sectores no tradicionales, como la movilidad eléctrica y la generación de energías renovables. La gran necesidad de cobre para estas aplicaciones en comparación con las fuentes convencionales aumentará la demanda en gran medida.
Por ejemplo, se necesita aproximadamente cinco veces más cobre para un vehículo eléctrico que para un vehículo de combustión interna convencional. La producción de 30 millones de vehículos eléctricos para 2030 requerirá 2 millones de toneladas adicionales de cobre por año. Eso significaría poner en producción antes de ese año el equivalente a 8 minas del tamaño de Escondida. Como todo suponemos, eso no va a pasar.
El aggiornamiento empresarial y estatal
En general las empresas mineras han realizado grandes esfuerzos para fortalecer la imagen de la industria, mediante la aplicación de políticas de responsabilidad social que busca mejorar la percepción de las comunidades hacia los proyectos mineros, y mostrando su incidencia en el mejoramiento de la calidad de vida y desarrollo de las comunidades.
Es importante reconocer que el costo de los conflictos socioambientales ha generado importantes pérdidas empresariales, poniendo en riesgo el desarrollo de proyectos mineros, creando limitaciones a la inversión extranjera, ocasionando la disminución de los ingresos del Estado, y finalmente impactando en la calidad de vida de la gente por una pobre atención de las necesidades básicas de la población.
Nunca está de más remarcar la necesidad de que las empresas mineras internalicen en sus análisis de costo beneficio, los riesgos socioambientales, como generadores de conflictos, que pueden causar la suspensión parcial o definitiva de los proyectos mineros, que se traducen en sobrecostos para los futuros proyectos y el aumento de la incertidumbre en los países con vocación minera como el nuestro.
Estas políticas empresariales, están logrando alinearse lentamente, pero de manera efectiva y concreta, sobre las líneas de desarrollo provincial/nacional, con el propósito de incluir y asegurar la intervención acertada de los gobiernos para promover el crecimiento sostenible de la minería y evitar que las empresas naufraguen en solitario y sin apoyo institucional ni social.
El riesgo de los cambios regulatorios
Algunos proyectos de ley de orden impositivo pueden a afectar seriamente los planes de inversión a largo plazo en el mercado de cobre de las compañías mineras. Esto no solo afecta el ingreso vital de flujos de divisas en el corto y mediano plazo en el pais, sino que también impacta sobre las futuras carteras de inversión, tanto para actores nacionales como para los extranjeros. Es vital respetar los acuerdos de estabilidad tributaria para proteger a las empresas mineras del impacto de tales cambios; por otro lado, es importante saber que cualquier alteración en los marcos regulatorios afecta la competitividad nacional, lo que a su vez afecta la producción general y, como decimos, la calidad de vida de la gente.
Conclusión
Tanto a nivel gobiernos, como comunidades y empresas se está interiorizando la necesidad de abordar, adecuadamente, el reto de promover políticas socioambientales integrales, que sean precisas y firmes frente a la necesidad de promover el desarrollo de una minería sostenible y en la aplicación de buenas prácticas ambientales y sociales,
El éxito de esta tendencia permitirá que el desarrollo de los grandes depósitos de cobre que tiene el país nos sirva para solventar gran parte de los costos de inversión necesarios para el mejoramiento de la calidad de vida de más argentinos en los próximos años. En ese sentido, necesitamos actuar con mucha inteligencia y rapidez para poner en valor en el más breve plazo posible nuestra cartera de proyectos, valorizada en al menos USD 20 mil millones.
Prensa GeoMinera