La minería y el consejo federal de educación, por Eddy Lavandaio
- 7 de enero, 2025
El geólogo analiza la importancia de la minería desde la educación.
Durante mucho tiempo nos hemos quejado por la ausencia de ciertos temas relacionados con la composición de la Tierra, y con el aprovechamiento industrial que hacemos los seres humanos de sus componentes, en los diseños curriculares de los diferentes niveles de la educación escolar.
También hemos hecho pedidos concretos para que se incorporen esos temas faltantes en los programas de estudios y hemos dados ejemplos de cosas elementales que nuestros chicos ignoran porque nadie se las enseña.
Uno de los ejemplos que más hemos usado es que a nuestros niños se les enseña a relacionar la leche con la vaca y el pan con el trigo para que empiecen a valorar el rol del ganadero y del agricultor, pero no aprenden con qué se relaciona la cucharita de acero que usan cuatro veces por día.
Hoy tenemos el beneplácito de señalar una respuesta muy positiva por parte de la Dirección General de Escuelas de Mendoza. Si bien ya había tenido un humilde comienzo a fines del 2022 al autorizar por Resolución el dictado de un curso para docentes en el ámbito del Instituto Superior Tecnológico 9-019, en el 2024 se asoció con la Dirección de Minería y, en el marco de una política activa del Gobierno destinada a desarrollar actividades mineras, llevaron a cabo el segundo curso para docentes en la modalidad "on line" con un llamativo éxito, tanto en la cantidad de inscriptos como en sus resultados.
Esta vez el curso se denominó "Nuestro Suelo: Maravillas Minerales de Mendoza" y fue dictado por un grupo de diez profesores, bajo la dirección y supervisión de funcionarios de la Dirección General de Escuelas y la Dirección de Minería. Se utilizó una plataforma de la propia DGE, con tutores que colaboraron y facilitaron la intercomunicación a pesar del elevado número de participantes. Fueron mas de 700 los que terminaron el curso y presentaron sus respectivos trabajos finales.
Entre las conclusiones que pudimos extraer del curso terminado queremos destacar dos cosas que, a nuestro juicio, tienen una importancia que trasciende el ámbito de la provincia de Mendoza y puede proyectarse a toda la Nación.
1.- Pudimos comprobar los efectos de los muchos datos falsos contenidos en la "concientización" llevada a cabo en la primera década del presente siglo por organizaciones y líderes antimineros, contrarios al desarrollo socio económico nacional.
Por ejemplo, en los trabajos finales presentados por los profesores y los maestros, muchos de ellos dieron por sentado que entre los impactos ambientales de la minería se cuentan la deforestación, la pérdida de biodiversidad y hasta la desertificación. Es evidente que, como resultado de la mencionada "concientización", esos conceptos fueron incorporados como "verdades" en el acervo cultural de esos docentes.
Como ya lo adelantamos en una nota publicada en Mendoza (diario MEMO, 22/12/24), debemos decir que eso no es cierto.
En primer lugar, la minería metalífera moderna de los últimos treinta años se ha instalado en sitios de la Argentina donde no hay bosques como los hay en otras regiones con diferentes actividades productivas. Por lo tanto, no puede atribuirse a la minería ninguna deforestación.
En segundo lugar, cuando se instala o se construye una mina se hace el mismo trabajo de "limpieza" del terreno que se hace para construir un nuevo barrio en la ciudad, eliminando la flora y la fauna natural de ese terreno, para que quede "limpio". Y los caminos de acceso se abren de la misma forma y con las mismas máquinas que se abren los caminos en cualquier otra parte.
En cualquiera de esos casos la pérdida de biodiversidad es insignificante, sobre todo si se la compara con la necesaria para implantar cultivos exóticos destinados a la alimentación.
Además, debemos destacar que en los campamentos de las minas podemos ver a biólogos o a agrónomos cultivando flora natural de la zona en viveros para remediar el lugar en el momento de cierre de la mina, reponiendo la flora autóctona removida al comenzar.
Por último y más importante. Hoy se puede comprobar que, en los alrededores de las minas metalíferas se ha incrementado la fauna autóctona a punto tal de que ya se han manifestado algunos ganaderos quejándose, por ejemplo, porque los guanacos se comen el pasto que debería comer su ganado.
Es evidente que muchos docentes, en su afán por estar informados y ante la ausencia de estos temas en los programas de educación formal, han estado incorporando datos erróneos o distorsionados proporcionados de manera informal por los mencionados "concientizadores" que lo hicieron como parte de una campaña destinada a oponerse al desarrollo de la industria minera.
2.- Todavía no se han incluido en los diseños curriculares contenidos mínimos relacionados con la composición de la Tierra y con el aprovechamiento racional de sus componentes para beneficio de la humanidad.
Es absolutamente necesario incluir esos contenidos mínimos (adecuados a cada nivel educativo) para que los maestros y los profesores tengan una guía formal para acceder seriamente a esos temas, consultando la bibliografía específica y pertinente.
Considerando que el país dispone de un Consejo Federal de Educación que, entre otras funciones, le corresponde "decidir y coordinar la política educativa nacional", debemos suponer que, si hay un déficit en los diseños curriculares de la Dirección General de Escuelas de Mendoza, es muy probable que ese mismo déficit exista en todos los diseños curriculares de las diferentes Provincias.
Por eso creemos que, además de solucionarlo en Mendoza, este tema debería llevarse al seno del Consejo Federal de Educación con el objeto de que se revisen los programas actuales y se verifique si los niños y adolescentes de la Argentina están recibiendo la educación mínima elemental acerca de lo que es la actividad minera y la utilidad que presta para el desarrollo tecnológico, económico y social de la humanidad.
De la misma manera, tomando el ejemplo de Mendoza, debería determinarse si los maestros y los profesores requieren una capacitación específica que les permita impartir ese tipo de enseñanza.
Eddy Lavandaio.
Geólogo - Matrícula COPIG 2774A.
Miembro de la Asociación Geológica de Mendoza.
Prensa GeoMinera