El 3 de mayo de 1916 se publicaba una primera noticia en el diario El Popular referida a la circulación de un rumor sobre que Alfonso Aust había vendido sus canteras de Sierras Bayas a un grupo de empresarios norteamericanos, indicando que serían dedicadas a la fabricación de cemento portland.
El 2 de junio El Popular, en un artículo titulado "Noticia confirmada", señalaba que inversores norteamericanos buscaban facilidades, las cuales no se concretan. Finalmente, dicho grupo compra la Parcela 1241 propiedad de Alfonso Aust. El 29 de julio de 1916 los norteamericanos constituyen la Compañía Argentina de Cemento Portland. Seguidamente se traen por ferrocarril las primeras máquinas y equipos para comenzar a montar la planta y, de inmediato, se construye el primer pozo semisurgente para contar con agua.
En agosto, la Compañía Argentina de Cemento Portland comienza con el empleo de personal, registrándose en el primer mes 36 empleados. En el mes de noviembre se coloca la piedra fundamental.
El 13 de diciembre, El Popular brinda noticias sobre la construcción de la fábrica. Se prosigue la perforación del segundo pozo de agua. Se levantan viviendas, la casa para el director, 16 casas para directivos, galpones, y se delinean las casas para los obreros. La empresa emplea alrededor de 200 obreros. Carpinteros y mecánicos encuentran empleo inmediato.
Al año siguiente, el 24 de febrero de 1917, El Popular publica una nota titulada "La Guerra y el capital norteamericano - Radicación de industrias en Argentina". La misma menciona que trabajan 263 personas, que al presente se edifican 18 confortables chalets para los empleados, una colonia de casas más modestas para los obreros, y varias construcciones de hierro y cinc anexas. Los obreros de cualquier ramo son de todo el país; y que de esta localidad (Sierras Bayas), de Hinojo, de Olavarría, y de Azul hay muchos. Describe además que una construcción de hierro y cinc contiene ya una infinidad de máquinas, para taller de repuestos y composturas, que los depósitos de mercadería ocupan en su transporte dos trenes diarios y que las torres de distribución y demás edificios destinados al laboreo del producto inducen un nuevo porvenir para la localidad.
A partir de marzo, la Compañía Argentina de Cemento Portland comienza a registrar fotográficamente todas las obras realizadas en Sierras Bayas. Era el único medio que tenía el directorio en Estados Unidos de conocer como marchaban las obras y las ampliaciones. En abril, llega a Sierras Bayas Arturo Hillegas para ponerse al frente de la empresa. Fue él quien impuso el nombre "San Martín" en toda la plaza comercial, ganándole la difícil carrera a los importadores.
El 6 de mayo, El Popular da cuenta de que peones carpinteros, albañiles, electricistas, mecánicos, barrenderos y carreros se declaran en huelga en Sierras Bayas. Los 300 huelguistas solicitan reducción de jornada laboral a 8 horas y aumento de salario.
En un artículo de El Popular del 24 de agosto, se da a conocer que la Compañía Argentina de Cemento Pórtland ha puesto a la venta el cemento llamado "Trinchera". Es un producto de su exclusiva fabricación y se emplea con buenos resultados en los revoques imitación piedra y en otras obras de albañilería. Se vendía a 18 pesos la barrica de 180 kilos. Consultadas algunas fuentes se infiere que el "Trinchera" debió ser un cemento fabricado en Estados Unidos y un remanente del utilizado en la construcción de las bases de los hornos. Arturo Hillegas lo denomina así por estar transitando la Primera Guerra Mundial.
Finalmente, del 1 de enero de en 1919 comienza a funcionar la planta con los dos hornos, elaborando 2.500 barricas diarias. El 25 de enero, con la presencia de autoridades y el embajador de los Estados Unidos, Sr. Stimson, se inicia a plena marcha la fabricación del cemento pórtland y se anuncia que la inauguración oficial será a fines de febrero, acto que no se concreta. El 11 de febrero desde la Estación Sierras Bayas, a cargo de Don Manuel Gimeno, sale el primer despacho de 665 toneladas de cemento pórtland. A partir de ese año, los hornos producirán 130.000 toneladas de clínker por año. Simultáneamente, en febrero de 1919 se anunciaba en el diario El Popular que la fábrica designaba a M.T. Medows -con casa matriz en la ciudad de Azul y sucursal en Olavarría- como único agente para la venta del cemento pórtland "San Martín" en la zona, indicando "que era superior al extranjero y su precio más reducido".
En noviembre de 1926, El Popular menciona la inauguración de obras: la del camino (la avenida de La Estación, que más tarde será la avenida San Martín, y la inauguración del Auditórium). Las ampliaciones de la fábrica permitirán elevar la producción de 7.000 a 10.000 bolsas por día. Hace referencia al Horno Nº 3.
En 1927, el 26 de febrero El Popular titula "Ampliación de la fábrica cementera en Sierras Bayas". El directorio de la Compañía Argentina de Cemento Pórtland decidió ampliar las instalaciones mediante la instalación de un cuarto horno de calcinación, con su correspondiente fuerza motriz y maquinaria de trituración. Con este nuevo horno la fábrica habrá alcanzado una capacidad de 5.000.000 de sacos anuales.
En agosto de 1930 comienza la producción del Horno Nº 5, al que en julio de 1958 se suma el Horno Nº 6. El 14 de agosto de 1970 fue puesto en marcha el nuevo Horno Nº 7 y el 15 de diciembre de 1989 se pone en marcha el Horno Nº 8, el que inaugura oficialmente el 25 de abril de 1990. Con la última tecnología de nivel mundial la capacidad de producción sería de 1.600 toneladas de clínker por día. La inversión total realizada fue del orden de los 30.000.000 de dólares.
A mediados de la década de los 90, la fábrica Cemento San Martín es adquirida por la empresa Loma Negra; siéndolo ésta, a su vez, en 2005, por el Grupo Camargo Correa.
Luego del inicio de actividades en 1919 de la fábrica San Martín de la Compañía Argentina de Cemento Portland en Sierras Bayas, otras dos empresas se sumaron a la producción de cemento en el partido de Olavarría: en 1928, la fábrica Loma Negra Ciasa, en la zona de la actual Villa Alfredo Fortabart; y en 1935, la fábrica Calera Avellaneda, en la zona del Paraje San Jacinto.
El Popular