Río Negro/El yacimiento de carbón que reavivó un incendio subterráneo en El Bolsón: "Hay que evaluar la peligrosidad geológica"
- 14 de julio, 2025
La Secretaría de Minería de Río Negro pidió la intervención del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) en la zona para saber hasta dónde podría extenderse el incendio.

Explicaron las condiciones de ese carbón.
Por Lorena Roncarolo
Luego del hallazgo de un incendio subterráneo en el sector del cerro Dedo Gordo, en cercanías del Río Blanco, por parte del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif) El Bolsón y la sorpresa de que el material en combustión es carbón mineral, la Secretaría de Minería de Río Negro tomó intervención en la zona.
El titular de esa cartera, Joaquín Abestarain, confirmó que solicitaron la colaboración del Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) a fin de evaluar la peligrosidad geológica y saber hasta dónde podría extenderse el incendio. «Históricamente, cada vez que se encuentra una manifestación de mineral, el Segemar es el encargado de hacer los mapeos en las provincias», dijo.
Se trata de un «fuego de rescoldo subterráneo» que persiste desde el incendio del 30 de enero que afectó el área de Confluencia arrasando con 3.835 hectáreas de bosques. En este caso, el humo se detectó en una zona acotada en la cuenca carbonífera de Ñirihuau, a 70 kilómetros al sureste de Bariloche, la segunda más importante del país, después del yacimiento de Río Turbio, en Santa Cruz.
El sector más importante de esa cuenca es la Mina Pico Quemado, que fue explotada entre 1940 y 1950 por la empresa estatal de minería YCF, que realizó aproximadamente 3.800 metros de labores subterráneas y más de 1.000 metros de perforaciones.
«¿Por qué es la segunda cuenca carbonífera más grande del país? No solo por su extensión sino por la calidad mineral. Para que se pueda formar carbón en una cuenca geológica necesita acumulación de materia orgánica, un ambiente anóxico (sin oxígeno) para que se preserve esa materia y todo esto, a su vez, se va sepultando en la cuenca por sedimentación», detalló.
Con tiempo, temperatura y presión, la materia orgánica se transforma en turba y luego, en carbón. Abestarain puntualizó que esta cuenca es de «carbón bituminoso» (un tipo de carbón mineral de rango medio caracterizado por su alto contenido energético). «Cuencas con estas características hay pocas a nivel mundial. Hay algunas en Estados Unidos, Australia y China y no muchas más», aseguró.
Consideró que la particularidad de la cuenca es que «está subexplorada»: «Si bien hemos tenido la Mina de Pico Quemado, una producción de la década del 40, y hubo iniciativas privadas posteriores que hicieron campañas exploratorias en esa cuenca, aún hace falta explorarla».
Tras el reporte del incendio, técnicos del Conicet recorrieron la zona y notificaron a la Secretaría de Energía y Ambiente de Río Negro. «Ahora dependemos de que el Segemar estudie la cuenca, haga un mapeo de los afloramientos de carbón y especifique si hay peligrosidad geológica asociada al incendio«, resaltó Abestarain al tiempo que manifestó que se trata de aprovechar el evento para estudiar el sector, su potencialidad minero y peligrosidad.
¿Se podría pensar en una futura mina de carbón?
Abestarain reconoció que las condiciones de la zona podría generar interés, aunque aclaró «que no es un sector sencillo ya que se apuesta más al turismo». «En ese lugar hay muchas áreas naturales protegidas, zonas de bosques, donde la minería es una actividad muy criticada. Habría que trabajar mucho desde lo social porque difiere de lo que pasa en la Línea Sur donde la minería está muy arraigada», manifestó.
Además, recordó que el carbón «es un tipo de energía que progresivamente se viene dejando de usar. Se apuesta más a las energías renovables, como el uranio». Insistió en que la cuenca genera interés científico aunque en términos productivos, «requiere mucho estudio»
Diario Río Negro