La proyección del candidato presidencial provocó movimientos en San Juan. El rol de Uñac y la expectativa por el futuro gabinete.
Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan
Ya nada fue igual después del domingo 11 de agosto en Argentina, ni en San Juan tampoco. Mucho menos en el seno del Partido Justicialista, donde se reeditó el frente electoral que pudo contener a todas las expresiones internas sin fisuras, aunque no sin esfuerzo. Los inesperados 47 puntos que dejaron a Alberto Fernández en el umbral de una victoria en primera vuelta le dieron un sentido material a aquella voz militante de "vamos a volver".
Un referente de la mesa chica del uñaquismo reflexionó en voz alta días atrás que Alberto le dio nuevo sentido al "vamos a volver", poniéndole un paraguas contenedor con espacio para todos y todas. Ya no se trata de un cántico teñido de chicana, circunscripto a los límites provinciales, sino a un nuevo escenario grande, tanto como el mapa de la República Argentina.
El gobernador Sergio Uñac se reunió con Fernández el miércoles pasado, apenas 72 horas después de las elecciones primarias. De lo poco que trascendió de ese encuentro, se supo que hablaron de la crítica situación que atraviesa el país, de la necesidad de cuidar la institucionalidad y que ya están trabajando en una alternativa para que los sanjuaninos y los argentinos puedan vivir mejor.
Detrás de esas palabras formales, hubo una conversación estratégica. Trascendió de una fuente vinculada al Instituto Patria, que habría al menos un sanjuanino en consideración ?junto con otros postulantes de otras provincias- para el próximo gabinete presidencial. Según esa versión, Alberto Hensel podría ser tenido en cuenta para el área de Minería, sea cual fuere el rango que tenga el área en la futura estructura de gobierno.
El apoyo a la actividad minera fue uno de los puntos que incluyó Uñac en el compromiso que firmó Fernández en Rosario en el acto de cierre de campaña. El ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, por su parte, ha manifestado en San Juan su interés por fomentar el desarrollo de la economía del oeste argentino, donde se encuentra el macizo andino. No parece descabellado que mire hacia esta región a la hora de conformar el equipo.
Puede sonar prematuro pensar a esta altura del calendario en la distribución de lugares de poder, pero la inestabilidad política y económica que atravesó la semana post-electoral aceleró los movimientos dentro del Frente de Todos en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La misma fuente vinculada al Instituto Patria ratificó lo que se venía barajando en el primer tramo de la campaña: la fórmula Fernández-Fernández pretende contener a los gobernadores, hacerlos parte. En este apartado, calculan que el tucumano Juan Manzur podría convertirse en el futuro jefe de Gabinete.
Alberto le habría pedido a Uñac que redoble su compromiso en la carrera electoral que queda por delante. La diferencia de 15 puntos con la fórmula Macri-Pichetto resultó abrumadora, pero los votos que contarán efectivamente serán los del 27 de octubre. El objetivo nacional es llegar con holgura a esa instancia y en paralelo sostener al gobierno de Cambiemos para que el traspaso de mando sea el 10 de diciembre.
Desde el centro de acción política del Frente de Todos a nivel nacional se tomó la decisión de que solo hable Alberto en los días siguientes a la elección primaria. Sin embargo, esto no significa que se esté manejando aisladamente. Su decisión de atenderle el teléfono al presidente, en el pico de la incertidumbre económica, fue consensuada internamente. El candidato justicialista tuvo que hacer equilibrismo entre exhibir una conducta republicana para enviar una señal tranquilizadora a los mercados, sin darle ventaja a su adversario político.
Prácticamente convertido en diputado nacional reelecto, José Luis Gioja consolidó su posición de cara al futuro Congreso Nacional. Sin embargo, no se pueden apagar tan tempranamente las especulaciones sobre una eventual convocatoria para desempeñar algún lugar en el Poder Ejecutivo. El jueves pasado la legisladora Daniela Castro no se atrevió a descartarlo, consultada al aire en Canal 13 San Juan. Lógicamente, será una definición a futuro, en el marco de un cuadro situacional complejo. El Parlamento tendrá un rol clave después del 10 de diciembre.
Las esquirlas del 11 de agosto también se sintieron a nivel municipal. En la Junta Departamental de Rivadavia, por ejemplo, hicieron pie las mujeres militantes de Cristina que demandaron una identificación explícita con el proyecto nacional, imputándoles a los exprecandidatos a intendente cierta tibieza en el transcurso de la campaña provincial. Entre las oradoras estuvo la ultrak Marita Benavente, quien le espetó a Moisés Lara sus argumentos. Fueron contextos diferentes, es verdad, pero las primarias presidenciales probaron que el electorado rivadaviense no era refractario a la figura de Cristina, como se pensó ?y actuó en consecuencia- en la campaña del 31 de marzo al 2 de junio.
En Chimbas en cambio hubo festejo porque el porcentaje obtenido para la fórmula Fernández-Fernández estuvo cerca del 60%. Fue bastante menos que el 76% obtenido por el intendente Fabián Gramajo el 2 de junio, pero aún así quedó bastante por encima del promedio provincial que rondó el 54%. El jefe comunal mantenía su línea abierta con la Federación Argentina de Municipios, que conduce la matancera Verónica Magario, candidata a vicegobernadora bonaerense en dupla con Axel Kicillof. El chimbero aguardaba la convocatoria, advertido de que las comunas serán cruciales en la construcción piramidal para la primera vuelta.
En Rawson también hubo actividad post-primarias, en el espacio del "Rawson Nuevo" que lidera el uñaquista Pablo García Nieto, presidente del bloque justicialista de la Legislatura. Allí se hizo un balance de las PASO nacionales con euforia pero al mismo tiempo con un llamado a la calma. Todavía quedan algunas cicatrices de las primarias municipales del 31 de marzo, cuando el diputado perdió frente al candidato del giojismo, Rubén García, finalmente electo intendente para suceder a Juan Carlos Gioja. Sin embargo, la victoria de Alberto y la visible estrategia nacional de abrir los brazos para que nadie quede afuera, puede tener cierto efecto pacificador. Una resignificación del "vamos a volver", más apuntado a la inclusión de todos y todas, despojado de las viejas rencillas del primer semestre
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