Así se repartió la demanda de oro por sectores durante el pasado 2019
- 27 de mayo, 2020
Los inversores están volviendo a recurrir al oro como activo refugio ante la que se espera que sea una de las mayores crisis económicas de la historia, causada por un parón a escala mundial de la actividad económica, debido a las medidas de control del Covid-19. El metal, por su parte, está reaccionando al alza, lo que lo ha llevado a alcanzar su precio máximo de los últimos siete años y medio. Ante esta situación, es un buen momento para repasar cómo se repartió la demanda de oro en 2019 y qué cambios puede haber en 2020. por José Ángel Pedraza La web howmuch ha publicado en estos días una interesante infografía en la que se visualiza perfectamente cómo se repartió la demanda de oro en
Los inversores están volviendo a recurrir al oro como activo refugio ante la que se espera que sea una de las mayores crisis económicas de la historia, causada por un parón a escala mundial de la actividad económica, debido a las medidas de control del Covid-19. El metal, por su parte, está reaccionando al alza, lo que lo ha llevado a alcanzar su precio máximo de los últimos siete años y medio. Ante esta situación, es un buen momento para repasar cómo se repartió la demanda de oro en 2019 y qué cambios puede haber en 2020.
por José Ángel Pedraza
La web howmuch ha publicado en estos días una interesante infografía en la que se visualiza perfectamente cómo se repartió la demanda de oro entre los diversos sectores durante el pasado año 2019.
En dicha infografía, que reproducimos junto a estas líneas, se pueden observar de forma muy llamativa las cinco fuentes principales de demanda de oro durante el pasado año:
Joyería: 2.107 toneladas (48,37% del total)
Inversión física (lingotes y monedas): 870,6 toneladas (19,99%)
Bancos centrales y otras instituciones: 650,3 toneladas (14,93%)
Inversión (ETF y similares): 401,1 toneladas (9,21%)
Tecnología: 326,6 toneladas (7,5%)
Como se puede apreciar, casi la mitad de la demanda (48,37%) la acapara el sector de la joyería, que utiliza el oro como materia prima para la creación de sus piezas. Se calcula que este sector movió alrededor de 278.500 millones de dólares en 2018.
Sin embargo, para este año 2020 se espera una desaceleración en el sector joyero, como ya ocurrió durante la recesión de 2008. La parte de demanda que va a dejar de absorber el sector de la joyería se va a repartir entre otros sectores, particularmente los de inversión e instituciones financieras.
El segundo sector en volumen de demanda durante 2019 fue el de inversión en oro físico, es decir, lingotes y monedas, con casi un 20% del total. Por los indicios que se han podido atisbar en estos meses, todo apunta a que este sector va a crecer porcentualmente durante este año 2020, ya que los momentos de crisis son especialmente positivos para la venta de oro físico, al que acuden los inversores como activo refugio para proteger sus patrimonios y su poder adquisitivo.
De hecho, durante los pasados meses se ha podido observar un crecimiento, en algunos casos histórico, en las ventas de lingotes y monedas de oro por parte de algunas casas de la moneda mundiales como la United States Mint o la Perth Mint australiana.
Los comerciantes de monedas de oro de inversión también han hecho su agosto, vendiendo todas sus existencias y, en algunos casos cargando importantes primas al valor del metal contenido en las piezas, lo que no ha sido un obstáculo para que los consumidores las hayan agotado.
En tercer lugar, con casi un 15%, se sitúan los bancos centrales y otras instituciones. Los bancos centrales han sido unos compradores netos de oro durante los últimos años, con unas cifras de compra que han batido récords establecidos hace casi 50 años.
Aunque se espera que durante este año decrezca el ritmo de compras por parte del sector oficial (el Banco Central de la Federación Rusa ya anunció que dejaría de aumentar sus reservas, después de un prolongado periodo liderando las compras mensuales de oro), la cifra de demanda aún va a seguir siendo importante.
Otro tanto puede decirse de los ETF y otras formas de inversión conocidas como oro papel, que acapararon el 9,21% de la demanda en 2019 y que se van a seguir beneficiando del tirón del metal durante este año.
Por último, está por ver el impacto que la crisis va a tener en el sector de la tecnología, que demandó el año pasado más de 326 toneladas de oro. Por un lado, la desaceleración económica suele impactar en este sector, que es uno de los más vinculados al crecimiento de la renta disponible.
Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores, como la generalización del teletrabajo, debido a la pandemia, lo que ha provocado que muchos consumidores se vean obligados a sustituir sus dispositivos por otros más modernos, o comprar más para que otros miembros de la familia puedan realizar sus actividades (trabajo, estudios) desde casa.
Oroinformacion.com